Una horrible marioneta

Start from the beginning
                                    

—¿Te pongo nervioso? —pregunta de la nada.

Sí, siente algo de pena por Liam al ponerlo en esa situación. Pero la curiosidad es la curiosidad y ahí está. Qué cosas.

—¿Eh? —Liam responde, siempre tan astuto—. No, no, no. ¿Por qué...? ¿P-Por qué lo dices? —continúa y, como si quisiera probar un punto, alza el mentón.

Y Harry alza una ceja.

—Ese titubeo me demuestra lo contrario—le dice mientras disfruta de la situación.

Está aburrido. No tiene nada que hacer porque Will le dijo que no le necesitaría en la empresa por los próximos dos días (algo de tener que cerrar un contrato y necesitaba a la pareja de Louis para que esté presente), y Jack... bueno, al parecer su padre sigue con el intento de tranquilizar a Zayn y, para protegerlo, le comentó que lo mejor sería que hiciera todo su trabajo en casa.

Su trabajo es molestar a Liam, al parecer. Y por el tono con que le habló su padre, también implica el espiar a los Tomlinson.

Puede espiar a Louis en la ducha con muchísimo gusto.

—Mi titubeo no tiene nada que ver con... la conversación.

—Ahora dudas al hablar.

—¿Qué hice para merecer esto? —Liam se lamenta, decidiendo ponerse de pie para después perderse entre la puerta que lleva directo a la cocina.

Harry se ríe.

—Estoy aburrido—exclama lo suficiente fuerte para que Liam lo escuche—. Trae algo de té, por favor.

A la distancia, Liam suelta un bufido en alto. Al parecer ahora que no está cara a cara con él, es tan valiente como para hacer cosas que no haría.

Bueno, con lo poco que lo conoce le agrada. Liam pasa unas cuantas horas en casa, ya que la mayoría del tiempo se la pasa trabajando. El puesto que tiene en la empresa lo obliga a andar de un lado a otro, cerrando contratos con nuevos inversionistas o conociendo a otros.

Harry no lo envidia en ese punto. Prefiere la comodidad de una silla, en una oficina.

—Pensé que Louis te llevaría a dar un paseo o algo así—Liam continúa desde la cocina.

Él gruñe.

—Ah, tu hermano. Después de mostrarle un lado de mí que nadie ha visto, se aleja por completo como si nada—continúa mientras se pone de pie para andar hacia la cocina, recargándose en el marco de la puerta. Liam le da la espalda—. ¿Qué debería hacer al respecto, cuñado?

Liam parece quedarse estático y Harry tiene la ligera idea de que está algo sonrojado. Qué lindo, qué tierno. Es como una versión de Niall que no soporta las conversaciones que tienen cuando Louis sale a colación. Bueno.

—Opino que deberías de, eh, hablar de eso con Louis. —Liam dice con torpeza.

Harry se ríe.

—Ese es el problema—dice—. No quiero platicar.

Liam suelta un quejido y, cuando se gira hacia él, su rostro es rojo.

—Oh por todos los cielos.

Está a punto de hablar cuando se escucha el timbre de la puerta principal. Harry alza la ceja, echándose un poco hacia atrás sólo para encontrarse con Michael caminando de un lado a otro, al parecer ahora hablando con Will. Parpadea, se gira hacia Liam, y el timbre se puede escuchar de nuevo.

Los dos se miran a los ojos por largos segundos.

—¿Quién abre la puerta? —Liam pregunta.

—Esta es tu casa—Harry responde de inmediato.

Boca de Ambrosía.Where stories live. Discover now