Capítulo 21: Sentimientos contradictorios.

Start from the beginning
                                    

- Me refería más a presentarte como mi novio.

Su sonrisa se ensancho y una felicidad cruzo su rostro, ¿cómo no lo había propuesto antes? Viéndole así de feliz, me sentía culpable por no haberlo dicho hace tiempo.

- Mmm…eso me gusta más de lo que puedo explicar.

Y vino hacia mí, me levantó del suelo en un abrazo y empezó a besarme mientras girábamos.

Bajamos a cenar cogidos de la mano y Gloria ya nos esperaba ahí con cara de pocos amigos, pero en cuanto nos vio entrar y miro nuestras manos entrelazadas, empezó a aplaudir y a dar saltitos como una niña pequeña. Al final acabó abrazándome y felicitándome. Cómo si ella no supiese que estábamos juntos…

Cuando me abrazó, la pregunté al oído y entre susurros:

- ¿Dónde has estado esta tarde? – la hubiese necesitado tanto hoy…

- Lo siento. No sabía nada, ¿estás bien?

- Más o menos. Ya te contaré.

El resto se comportaron casi igual que Gloria, todos nos felicitaron pero solo Ariana y Rosa se levantaron para abrazarme.

Pero lo mejor era Jeremy, estaba exultante. Me besaba cada dos por tres y participaba en todas las conversaciones de grupo con gran felicidad.

Y así pasaron dos días. La felicidad constante de Jeremy se hacía contagiosa, él estaba feliz por hacer público lo nuestro y yo estaba feliz de verle así. Pero en ocasiones, cuando me quedaba sola en algún sitio, mi estomago daba un vuelco de repente, tan de repente que dolía.

Laurent había estado desaparecido en estos dos días, en el fondo se lo agradecí, hubiese sido mucho peor si tuviese que ver sus ojos en clase o por los pasillos. Aunque en esos momentos de debilidad, deseaba verle, deseaba estar a su lado y sentir su pasión cerca de mí. Y no podía odiarme más por desearle.

Estaba terminando mi sesión con Julia, la había perdonado por lo de nuestra anterior sesión, incluso me había prometido interactuar más con ella. Le hable de Jeremy y de Laurent, con pocos detalles eso sí, pero le explique el conflicto en el que me encontraba y la decisión que había tomado. Ella me escucho y me apoyo en todo lo que la dije. Y por primera vez, desde que entré el primer día en esta consulta, salí mejor de lo que entré.

Aunque esa sensación no duró mucho, en cuanto salí al pasillo, Laurent me esperaba. Estaba apoyado en una pared, justo en frente de la puerta del despacho de Julia. Yo salía feliz por la sesión que acabábamos de tener, pero en cuanto le vi, una sensación de culpabilidad cruzó por todo mi cuerpo como si me atravesara un rayo.

Cerré la puerta del despacho para que Julia no se enterara de nada. Pero no me atreví a decirle nada. Nos quedamos durante varios minutos cayados y mirándonos. Él parecía desanimado y se notaba que se había dejado un poco. Llevaba barba, que intuyo que era de dos días, la camiseta y los pantalones estaban sucísimos.

- ¿Dónde has estado? – dije para romper el hielo.

- Por ahí.

Me quedé esperando algo más, pero eso no ocurrió. Si no quería hablar conmigo, ¿para qué había venido a la salida de mi sesión?

- ¿Estás bien? – le susurré.

Al principio dude de que me hubiese oído, ya que yo no me había movido de la puerta del despacho de Julia y él tampoco se había movido de donde estaba originalmente. Pero me miró fijamente y con gran dolor y dijo:

- He estado mejor.

Y ya estábamos otra vez igual, así esto podía durar eternamente. Y mis sentimientos eran contradictorios, por una parte deseaba que hablase de una vez, pero por otra, deseaba que este momento no acabara.

Soledad *[En Edición]*Where stories live. Discover now