Capitulo 8: Es el fin de mi soledad.

18.5K 1K 81
                                    

Estuvimos mirándonos durante un largo rato. Yo intentaba memorizar su cara todo lo posible, sus preciosos ojos verdes que si los mirabas mucho eras capaz de ver un aro marrón. Sus cejas no demasiado grandes pero lo suficiente para darle un aire más varonil. Sus preciosos y carnosos labios. Su pelo cayéndole por la frente pero sin llegar a los ojos. Y luego pasaba a su cuerpo, sus grandes hombros, sus brazos fuertes, sus manos que no dejaban de acariciarme, su pecho que aunque llevaba camiseta, se le notaban los pectorales.

Tenía que parar esto ya, entretenerme con algo.

- ¿Por qué crees que ha sido culpa tuya que yo haya podido ver al monstruo? – le dije en un susurro. No quería romper el ambiente.

- Es difícil de explicar. – me empezó a acariciar el pelo. – Tiene que ver con lo que somos. Cada protector tiene un destino, ese destino lo va descubriendo durante su larga vida, a veces, en muy pocas ocasiones, un protector es destinado a estar con una persona.

- ¿Cómo almas gemelas?

- Sí y no. El sentimiento es ese, como ya sabes. – y claro que lo sabía, lo sabía desde que sus labios rozaron los míos. – Pero nuestras almas no tienen porque ser gemelas. Tú eres muy diferente a mí y sin embargo estamos destinados a estar juntos.

- ¿Desde cuándo lo sabes? – dije recordando que le había dicho a Laurent que se lo advirtió hace dos semanas.

- Desde que me miraste la primera vez.

Recuerdo ese momento, lo mucho que me sorprendió que me pareciera tan guapo o como le creí automáticamente cuando me amenazó. Pero sobretodo, recordaba cómo me obsesionaban esos ojos que en mi mente parecían curiosos.

- ¿Por qué no hiciste nada?

- No estaba seguro – le puse cara rara y se explicó – Por una parte, es algo muy imposible encontrar a mí compañera y por otra, necesitaba protegerte. Hay alguien que nos espía y no quería ponerte en medio de eso.

- ¿Os espían?

- Sí, al principio creí que eras tú – me dijo con una disculpa enla mirada. Aeso venía el numerito de la cafetería – pero luego lo negaste en el comedor y yo te creí. Laurent no te creé pero yo no estaba dispuesto a arriesgarme.

- ¿A qué clase de riesgo te refieres?

- Sí el espía supiera que eres mi compañera podría utilizarte para llegar a mí.

Nos quedamos un rato en silencio, yo pensaba en todo lo que me acababa de decir, todo esto era peligroso para mí, eso significaba que tendríamos que fingir cada vez que estemos en público. Pero sobretodo significaba que tenía que seguir mintiendo a mis amigos, en especial a Ariana, que era la que más me dolía mentir.

- Pero no has contestado a mi pregunta, ¿por qué es culpa tuya lo del monstruo? – dije recordando que aun no me había explicado eso.

- Porque te besé. Es como si lo hubiese activado.

- ¿Activar el que?

- La parte de tu mente que se niega a ver la realidad. – me le quedé mirando con cara de no entender ni una sola palabra que decía. – Los humanos no pueden ver la parte sobrenatural de este mundo. Su mente les protege con lo que nosotros llamamos Glamour.

- ¿Qué es Glamour?

- Es como un filtro, donde en realidad hay algo sobrenatural, la mente lo detecta y crea ese filtro para mostrarte otra cosa. Si no te hubiera besado, en vez de ver al lagarto hubiese visto un foco de la luz o algo así.

- Quieres decir, que al besarme rompiste mi Glamour, por eso soy capaz de ver a los monstruos.

- Sí, aunque no sé si es permanente. Yo creo que debería besarte otra vez para prolongar el proceso. – dijo mientras se acercaba más a mí con una sonrisa picarona.

Soledad *[En Edición]*Where stories live. Discover now