Mi Adorable Hermanastra (EN PROCESO)

CAPÍTULO 37: Otra vez ella

*ZENDAYA:

- Ya después de un rato, cuando comencé a sentirme mejor, cuando me centre en las nubes y un poco en la ciudad...Miré a Cara, que también miraba la ciudad desde esta última planta de este edificio tan grande.

Zen: Oye gracias.- Solo ella conseguía hacerme sentir mejor.

- Ella me miró y sonrió.

Cara: Gracias a ti, ambas necesitamos hablar a menudo.

Zen: Si...

- Ella se puso en pie, me ofreció su mano y la tomé, me puse en pie y ella tiró de mi haciéndome chocar con su cuerpo.

- Quedamos muy cerca y nuestros labios casi rozan, no nos alejamos, mantenemos la mirada.

Cara: ¿Sabes que haría si fueras mi novia?.

Zen: ¿Qué?

Cara: Te besaria, te tomaría entera, te enamoraria cada día.

Zen: A veces no todo es tan fácil, no es fácil tener una relación.

Cara: Es cierto, no podemos ser novias, ni amantes...pero hay algo que si.

Zen: ¿El qué?

Cara: Nunca dejaremos de ser hermanastras y tenemos que convivir juntas de la mejor manera.- No entendía por donde quería ir.

- Me quedé en silencio y ella me besó, era algo que estaba deseando, ella y yo.

- Le correspondi, ella puso sus manos en mi mejilla y yo en su cuello, sus labios dulces y suaves, sus manos frías con su anillo frío, provoncando calores en todo mi cuerpo menos en mi corazón.

- Mordi su labio, algo involuntario, algo inesperado, ella abrió sus ojos y me miró, sabe como yo que eso es algo llamado pasión involuntaria.

- Me aparte de ella y me sonroje, era obvio.

Zen: ¿Por qué...- Cogí aire y lo solté.- lo haces todo tan difícil?.- Ella sonrió.

Cara: Cuando estoy contigo mi cuerpo actua por si solo.

- Me odiaba tanto, odiaba cuando no podía controlar mis impulsos.

- Corrí hacía ella y la volví a besar, no podía separarme de ella, necesitaba otro beso, juraba que sería el último y que no llegaría a más.

- Ella volvió a besarme de la misma forma, esa forma apasionada rápida con frio exterior y calor interior....

- Le pedí a quién me protegiera desde el cielo que apartara a esta ángel de mi lado, ella hacía que toda mi debilidad se cayera, que toda mi fortaleza se destruyera y que mi soledad desapareciera.

- Volví a separarme de ella, ambas necesitábamos aire.

- Ella volvió a dibujar esa sonrisa que tan bien le queda y yo sentía que no tenía aire suficiente.

Zen: ¿Por que tuvo que ser así?

Cara: ¿Así como?

Zen: Tan cercana...Mi hermanastra, mi adorable hermantra.- Ella agrando más su sonrisa.

Cara: Dios nos pone a prueba.

Zen: Pues que te aleje de mi.

Cara: El no quiere...- Ella se acercó a mi.- Eres tu quién le contradice.- Acarició mi mejilla tras aparta mi pelo con sus fríos y largos dedos.

Zen: Tu no sabes lo que el quiere.

Cara: El nos trajo para ser felices.- Me besó, pero un pico, beso corto.- Para crear nuestra propia ley.