🌑 Capítulo 11 🌑

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No tuve corazón para tirarle su comida por la cabeza, como había planeado en un comienzo. En su lugar, dejé la bandeja en una mesa que vi cerca de su cama, tampoco me sentía tan buena como para dejarla en su regazo. Si quería comer, que al menos se levantara.

—Me iré antes que se me peguen tus gérmenes —dije.

Una sonrisa sarcástica atravesó el rostro de Sophia, pero su aspecto era tan deplorable que acabó por darme pena.

—En serio eres una mal agradecida —Su voz era ronca y débil, apenas sí podía escucharla a pocos pasos de distancia—. Ya sé que soy la única persona que te ha dado algo de dinero sin partirte la cara, ya que tengo entendido que Cedric te pagó dejándote una bonita cicatriz.

Apreté mi mandíbula al oirla. Seguía siendo igual de odiosa con virus o sin ellos.

—Algún día le dejaré una igual de linda —amenacé.

—¿Sabes por qué te pasó? Es porque aún no entiendes en qué lugar te encuentras.

—Hagan lo que quieran, sigan creyendo que son superiores a todos los demás, no me importa. Su poder reside en el hecho de habernos encerrado aquí, nos atraparon en su estúpido sistema, pero afuera tú y yo somos iguales y no cederé ante basura como ustedes —advertí.

—Linda, nunca saldrás de este estúpido sistema que dices, así que mejor comienzas a adaptarte.

Salí de la pieza dando un fuerte golpe a la puerta, no tenía caso quedarme a escuchar como una niña malcriada me insultaba.

Pisé con fuerza y rabia cada escalón hasta llegar al recibidor, quería irme pronto a mi lugar, el de los rezagados sociales, de los secuestrados, para poder encerrarme en mi habitación y maldecir en paz.

Crucé el hall a toda velocidad, permanecer por más tiempo en este sector me causaba repulsión, no quería mezclarme con gente tan arribista, prefería la pocilga de los de abajo.

Pero antes de salir al exterior, un chico me detuvo a medio andar.

—¿Alcanzaste a lanzarle el jugo en la cara? —preguntó Finn, a modo de juego.

—Hazte a un lado, ya terminé mis quehaceres, me voy —dije a secas.

—Debes tener hambre —sugirió.

Mi estómago confirmó mucho antes que pudiese rechazar la invitación.

Así fue como lo acompañé hasta que encontramos un lugar decente donde quedarnos. Extendió un mantel y de su mochila comenzó a sacar sándwiches, un jugo, entre otros comestibles, generando un verdadero picnic.

—Nadie pasa por aquí a estas horas, así que no tenemos de qué preocuparnos —dijo, despejando mis dudas sobre los posibles chismes que podían surgir.

A medida que hablábamos, mi ánimo comenzó a mejorar, también el efecto de la comida comenzó a relajar mis nervios, dejando a un lado el incidente con Sophia, a pesar de que no estaba dispuesta a olvidar sus palabras y algún día iba a cobrárselas.

—Ya comenzaron los preparativos para celebrar nuestro aniversario —comentó despreocupadamente Finn.

—No sé si asista al baile, ni siquiera tengo un vestido decente que ponerme —respondí.

—No te preocupes, me he dado cuenta de que puedes verte bella con lo que sea —comentó.

—Si quieres decirme que soy linda, puedes decírmelo directamente, no hay problema —bromeé.

Disfruté viendo cómo mi comentario lo impresionaba.

—Qué directa —observó.

—Para que veas que no tienes por qué andarte con rodeos.

Hubo un pequeño silencio entre ambos, Finn me miró con esos dulces e hipnóticos ojos suyos, que me impidieron desviar la mirada en otra dirección. El viento sopló lanzando mechones de mi pelo en todas las direcciones, odié a la naturaleza por arruinarme el momento, intenté recogerlo, pero continuaba dispersándose. Mi piel comenzó a sentir frío por culpa de la ventisca, que lentamente fue atenuándose, dejando un nuevo peinado sobre mi cabeza.

—Pienso que eres perfecta —confesó Finn.

—¿Eh?

Estaba tan concentrada maldiciendo el clima que había perdido el hilo de la conversación.

Entonces odié mi repentino ataque de sinceridad, pues en realidad no esperaba que me siguiera la corriente. Finn, por su parte, parecía conforme con el impacto que causó su declaración.

Y entonces mi complejo de bipolaridad atacó.

—No importa cuantos cumplidos hagas. Sigues siendo parte del grupo de estúpidos que me quitó mi vida.

—De eso es lo que hablo, no caes ante los cumplidos ni ante cualquier método de dominación —respondió.

—¡Y eso qué! ¡Quiero que me devuelvan mi vida! —exclamé.

Era perfectamente capaz de darme cuenta de que estaba sobre reaccionando, pero era imposible, no quería acostumbrarme a este lugar, solo quería volver a mi casa.

—Está bien. Te lo diré de otra manera —resolvió Finn—. Yo también odio todo esto, este estúpido sistema donde unos se creen mejores que otros, detesto que se aprovechen de su poder, que engañen a los demás y que se aprovechen de su devoción, la cual no es más que un sucio truco para hacerlos superar el daño que les causaron. ¡Me repugna! Y llevo toda mi vida atrapado aquí, desde el día que nací. Por eso te comprendo, pero llegué a una conclusión a la que tú aún no llegas. Si no podemos salir, al menos podemos intentar cambiarlo desde adentro.

—¿Cambiar? ¿Para qué quiero mejorar un lugar que odio? ¡Solo quiero irme de aquí!

Me puse de pie y sin siquiera agradecer la comida, me largué, dando fuertes zancadas, como si realmente pudiese irme.


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Nota del autor: Lamento todos estos días que pasaron sin actualizar, dejé algunos avisos, pero aún así algunas personas me escribieron preguntando qué ocurría y aquí va la razón: Los incendios que están arrasando mi país.

Soy chilena y lamentablemente estamos pasando por una difícil situación, se han quemado muchas hectáreas y muchísimas personas han quedado en la calle, sin nada.

Hace pocos días se controlaron unos focos de incendio que se encontraban cerca de mi casa, esa fue la razón por la que no actualicé.

Muchas gracias a todos quienes enviaron mensajes de apoyo :) estoy segura que volveremos a levantarnos como país, ya reconstruimos nuestra ciudad luego de un terrible terremoto y tenemos fuerzas y ganas para levantarnos de nuevo, aunque por ahora, la tragedia no da tregua, y aún hay focos de incendio peligrosos :( 

Lo que más rabia me da es que son intencionales, hay personas sin escrúpulos destruyendo la naturaleza y la vida de cientos de familias, no cabe cómo puede ser.  Personalmente, tuve la suerte de recorrer muchos lugares antes de la catástrofe y eran HERMOSOS. Soy una chica de ciudad, pero me gusta mucho recorrer y muchos de los paisajes que han sido consumidos por las llamas me han servido de inspiración para mis historias, por lo que también ha sido doloroso por ese lado :(

Muchas gracias a todos por leer :)

SelenofobiaWhere stories live. Discover now