Capitulo 14

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El ambiente en aquella habitación era tensó, por lo menos para los dos que compartían el colchón.

—Definitivamente mi tía no me quiere.— murmuro el pelirrojo mientras miraba el techo.

—Cierra la boca, a mí tampoco me agrada la idea— gruño Nico mientras estaba a su lado.

La señora Martinelli había tomado cartas en el asunto y había dejado a ambos compartiendo el mismo colchón.

Los cuatro restantes observaban con diversión a aquella extraña pareja, ambos se miraban tan molestos que era jodidamente divertido.

—¿Y si jugamos?— hablo Leo mientras miraba la gran cantidad de juegos de mesa.

Todos asintieron.

—Buena idea— hablo Frank para pedirle un juego a Joseph.

Gran parte de la noche los semidioses pasaron una gran noche jugando distintos juegos, mientras que de fondo se escuchaban aquellos dos actuando como pareja casada por ver quien ocupaba más espacio en el colchón.

A la mañana siguiente las primeras en levantarse fueron las chicas, ellas habían tenido una noche agradable entre pláticas sobre chicos y mascarillas faciales.

—Supongo que aún siguen dormidos.— hablo Piper mientras miraba la puerta del otro lado del pasillo.

—El cuarto de Joseph no tiene mucha iluminación así que supongo que sí.— hablo la pelinegra mientras miraba aquella puerta negra con el nombre del pelirrojo escrito en letras blancas.

—Deberíamos despertarlos— murmuro Annabeth.

La pelinegra asintió y se acercó a abrir la puerta de manera lenta.

—Espera _____— hablo Hazel deteniendo a la pelinegra. —No creo que sea buena idea, ya sabes son seis chicos allá adentro.—

La pelinegra miro confundida a Hazel para luego sonrió maliciosamente para luego abrir la puerta de manera brusca.

—Arriba señores.— hablo la pelinegra mientras entraba a la habitación.

—Jason— Murmuro Piper mientras entraba seguida de las demás.

Nadie pudo llegar muy lejos en aquella habitación gracias al colchón que se encontraba en medio de esta.

—¿Nico? ¿Joseph?— Murmuro Annabeth al ver a ambos chicos completamente dormidos.

—Guarden silencio, acaban de dormirse— murmuro Frank mientras miraba a las chicas.

—¿Cómo terminaron así?— pregunto Hazel.

—Ni lo preguntes— murmuro Percy mientras se levantaba.

La pelinegra miraba divertida a aquel dúo completamente dormido.

—¿Que planeas hacer?— hablo Jason al ver a la pelinegra.

—Están abrazados— murmuro Piper mientras les prestaba mejor atención, la falta de luz en la habitación era un problema.

—Imposible, anoche, anoche casi mataban por ese colchón.— hablo Leo mientras se levantaba de su lugar para acercarse.

Todos observaban la escena con diversión, era una escena que posiblemente nunca volvería a ver sus ojos.

—Nico— murmuro Hazel tratando de despertar a su hermano.

—Oye Moretti, ¿Quieres explicarme porque estás abrazando a Nico?— pregunto la chica mientras se agachaba a la altura de ambos.

Fue cuestión de segundos antes de que ellos abrieran los ojos, se miraron fijamente y soltaron un grito aturdiendo a los presentes.

—No es gracioso— murmuro Nico molesto mientras se levantaba del colchón molesto por escuchar la risa de todos.

—Sabes que lo es— hablo divertido Leo

—Claro que no lo es.— hablo Joseph, por primera vez en su vida aquellos dos estaban de acuerdo en algo.

Algunas horas más tarde se encontraban todos en el aeropuerto y no en una muy buena situación.

—Por los dioses, tienes que bajarte de ahí.— hablo la pelinegra bastante molesta. —Primero dejas los boletos y ahora te pones a jugar.—

—Yo te los di a ti— se excusó rápidamente el pelirrojo.

—No tengo la paciencia que desearía Moretti así que cierra la boca.— hablo la pelinegra mientras tomaba al chico del cuello de la camisa.

La situación entre esos dos iba de mal en peor.

—Deja de molestarme, mejor busca una manera de conseguir los boletos— murmuro el pelirrojo.

—Les recuerdo que estamos en medio aeropuerto y están llamando la atención.— hablo Richar de manera nerviosa, era un grupo grande de chicos, unos boletos extraviados y lo último que necesitaban era que esos dos volvieran a pelearse.

—Maldición— murmuro la pelinegra molesta mientras sacaba su cartera de su mochila y caminar hacia la ventanilla.

—¿Paso algo en la mañana?— hablo Ethan confundido. —Está más irritable de lo normal—

—Nada importante— murmuraron Joseph y Nico.

—Se le llaman celos— hablo Leo mientras miraba al hijo de Hades y al pelirrojo divertido.

Aquello confundido al rubio. ¿Qué había pasado?

—Solo discutieron por quien perdió los boletos— hablo Percy, sabía que Leo solo buscaba generar más problemas y lo hubiera dejado ser si no fuera por aquella extraña sensación en el ambiente.

¿Hija del Olimpo? (Nico Di Angelo & Tú) EDITANDOWhere stories live. Discover now