-Aún no entiendo porque demonios me obligas a ir. -resopla Camila.
-Debido a tu "promesita".-tono de burla- además, la idea de usar un vestido es aterrador.-bufé.
-¡Oh vamos!, ¿De que hablas?, Te vez hermosa, solo mírate.-protesta.
-¿Hermosa?.-miro asqueada mi reflejo, Más bien ridícula.-rodeo los ojos.
-Si claro.-sarcástica- ya pero enserio ¿por qué me obligas a ir?, es tu proble.. -la interrumpo.
-Por que tú me metiste en esto, por qué aún que no quieras arrastraré tu trasero a esa maldita fiesta, por qué si no lo haces te mataré.-Dije irritada.
-Esta bien chica satanica. -burlona- será mejor que bajemos antes de que me arrepienta.
(En la sala de estar esperaban los chicos, incluyendo Roberts con su novia Sabrina, al notar nuestra presencia sus caras se transformaron y nos miraron completamente paralizados)
-Hija te vez..-lo interrumpo.
-Ahórratelo. -respondí de mala manera.
-De verdad te vez hermosa.-me mira expectante.
-Es enserio ahórratelo. -indiferente.
-Annie realmente pareces otra. -sonríe Sabrina.
-No me interesa.-me dejo caer pesadamente sobre el sofá- ¡y ustedes!, ¿Qué ue tanto me ven?. -los miro de mala manera.
-Me has dejado sin palabras.-suga me mira fijamente.
-¿Quieres que te deje sin aliento?. -le mostré mi puño en señal de amenaza.
-Lo prometiste. -susurra Camila.
-Esto no puede ser posible-pensé- es decir, gracias suga, me siento halagada. -sonrió falsamente.
-Muy hermosa Annie, con ese vestido blanco, realmente pareces un ángel.-taeh me mira expectante.
-Y fue justo en ese momento cuando nuestras miradas se encontraron, aún perdida en sus ojos, tardó unos segundos en responder, me aclaró la garganta, para luego decir. -Será mejor que nos vayamos. -ignorando completamente a taeh.
(Una enorme limusina nos esperaba fuera de casa)
-No crees que has exagerado. -miró con desaprobación a Roberts.
-Cortesía de la casa.-sonríe victorioso- además tenemos el honor de estar en compañía de estos siete grandes artistas.
-¿Quienes?, ¿estos?. -los apunte asqueada- Más bien siete fenómenos. -me acomode en el asiento.
-Eso es por qué no te das la oportunidad de conocerlos.
-No me interesa nada que tenga que ver con ellos. -rodeo los ojos.
-Deberías hacerlo, te darías cuenta de lo maravillosos que son, además muy agradables.
-Maravillosos mis calzones. -elevó los brazos en señal de protesta.
(Desafortunadamente me siento junto a kook, luego de los constantes regaños de mi padre)
-Todo bien. -me mira fijamente.
-Si, solo que no entiende el significado de una broma, debe ser la edad supongo. -me encojo de hombros.
-Kook suelta una carcajada- No tienes remedio. -sonríe.
(Y por primera vez soy yo la que sonríe)
-Puede ser, digamos que mi don es hacer que las personas se irriten. -Camila se sienta junto a kook.
-Ya lo creo.-kook sonríe- No te lo había dicho, pero la verdad te vez preciosa, el negro te sienta bastante bien. -con voz nerviosa se dirige hacia Camila.
-Gracias, enserio te lo agradezco.-Camila le sonríe, sonrojada. -Tu no te quedas atrás, te vez muy guapo-
-Gracias. -tartamudea kook.
-¡Que fastidio!.-pensé- me cambie de lugar a una esquina con vista hacia la ventana que por suerte era la única parte solitaria de la limusina.
