🌼Capítulo 24🌼

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Dejé que las gotas frías recorrieran todo mi cuerpo hasta caer al suelo de la bañera.

Recosté mi espalda en la pared de la ducha y comencé a llorar y lamentarme por tercera vez en el día.

Necesitaba aflojar mi cuerpo y el agua fría es lo único que lo lograba.

Puse mi cabello oscuro de tal manera que semejaba una cortina frente a mis ojos. Abracé mis rodillas porque comenzaba a tener frío, pero no quería salir de donde estaba metida.

-Emm, salgo en 10 minutos- me gritó mamá desde el otro lado de la puerta.

Ella iba a ir de compras y se había ofrecido a llevarme a la casa de Nicholas. Hoy íbamos a intentar empezar y terminar el trabajo para no tener que encontrarnos luego.

-Suerte. Llámame si necesitas algo.

Le respondí únicamente ladeando la cabeza y toqué el timbre de la casa.

La puerta se abrió cuando el auto de mamá ya había tomado bastante velocidad, mostrándome la típica cara de cansancio de Cassidy un sábado por la mañana.

-Hola.

-Hola.

-Pasa, Nick está arriba.

No le ofrecí respuesta y caminé con mi bolso hacia el cuarto de Wintters. Al entrar a él, su dueño se encontraba vistiendo solamente un bóxer de color morado y luego de un vistazo panorámico, sentí ese remolino de emociones. Tenía su cabello alborotado y en su cara se notaba que recién se había levantado.

-Si eres algo amable, necesito que cubras tu cuerpo con algo ya que quiero estudiar sin incomodidades.

-Es tú problema, no el mio- contestó sin levantarse a hacer lo que le pedí.

-¡Quiero hacer esto rápido e irme por donde vine, pero no puedo si estás semidesnudo en mi presencia!

-Tú viniste a ni casa y me encontraste en estas condiciones, no haré nada para satisfacerte. Si tus hormonas están a punto de explotar no es mi culpa, tú no sabes controlarlas.

Está...está hablando del beso que no fue beso... ¡Yo no fui la que se acercaba cada vez más!

-¡Tú estarías igual si me fueras a encontrar en ropa interior en mi dormitorio!

Al parecer, era la única de los dos que estaba gritando.

Ninguno de movió de su lugar.

-La primera vez que te vi te encontré tirada, en corpiño, en el medio del sofá y no te dije nada. Ésa era tu casa, respeté tus reglas, ahora tú respeta las mías- luego de una pausa agregó- No me pondré pantalones, así estoy cómodo.

Estaba a punto de abofetearlo y gritarle, pero se me ocurrió una idea mejor: comenzar a trabajar e irme lo más rápido posible.

Me senté en la silla del escritorio y él en la punta de su cama. Sacamos la lista de Smith y comenzamos.

Debía anotar su nombre, apellido, fecha de cumpleaños, color favorito, deporte favorito, su hobby favorito, el miembro más importante de su familia, su pasado, qué quería ser cuando terminara la secundaria...

-Aún no lo sé- dijo- Lo único que tengo en claro es que no quiero ser como mis padres.

Anoté eso en una hoja borrador para luego poder hacer una mejor descripción.

Luego, todas las preguntas se volvieron mucho más personales.

-Va otra pregunta: ¿Alguna vez tuviste pareja? ¿Cuántas?

Durmiendo con el enemigo Where stories live. Discover now