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Seis de la mañana, eso significa que era hora de ir a la escuela. El pequeño Alonso se levanto de su cama un poco perezoso, tallo sus ojos y al cerrarlos rápidamente una mirada de color miel invadió sus pensamientos, sonrió sin más que decir para después desvestirse y darse una pequeña ducha.

Entre unos 10 o 15 minutos fueron los que Alonso tardo para bañarse y arreglarse. Bajo a la cocina aun con la sonrisa en el rostro a lo cual su mamá se dio cuenta.

Hola Mr. Sonrisa- comento la señora Columba riendo.
Que graciosa mamá- Alonso cambió su semblante por unos más serio pero eso no duro ni 1 minutos ya que después volvió a tener la sonrisa del principio.
¿Que te tiene tan feliz hijo? - pregunto su mamá finalmente.
Después te contaré mamá, tengo que irme a la escuela, nos vemos más tarde- se dirigió a su mamá para darle un beso en la mejilla y salir rápidamente de su hogar.

Al salir de su casa no contaba con que cierto pelinegro se encontrará fuera de ella junto a su coche.

Sonrió como idiota y con paso lento camino hacia Jos.

Hola Alon - sonrió Jos con esa jodida sonrisa que derritiria a todo el mundo, hasta a Alonso.
Hola Jos- sonrió el pequeño y rápidamente los ojos le brillaron como si estuviera viendo a la cosa más maravillosa en el mundo.

¿Y si hoy te llevo a la escuela?- pregunto el pelinegro mientras le regalaba un guiño a Alon.
Claro, no hay problema- se coloro el pequeño de las mejillas.
Sube- comento Jos para después partir hacia la escuela.

En todo el camino Alonso se la paso viendo por la ventana, mientras que Jos solo se dedicaba a seguir las indicaciones de Alonso para llegar a su escuela.

Aquí es- menciono un Alonso sonriente.

Jos aparco enfrente de la escuela y claramente las miradas no podian faltar. Alonso quito el cinturón de seguridad y se despidió de Jos rápidamente.

El pelinegro fue más astuto y tomo de la mano a Alonso para que no saliera. Alonso lo volteo a ver y le dedico una sonrisa, Jos se la devolvió y acaricio lentamente la mano de Alonso.

Hasta al rato Alonso- menciono el de ojos mieles mientras soltaba la mano de Alonso.

Alonso estaba hipnotizado con Jos.
Y Jos con Alonso.

Pero ya estando dentro del salón Alonso recordó las últimas palabras de Jos.

¿Hasta al rato? ¿eso que significaba?- pensó Alonso.

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