Chibi-chan caminaba acelerado a la boveda del gimnasio, traía consigo una bolsa con bollos y agua.
Entró a la boveda, movio un mueble y abrió la mini compuerta que lo llevaba a un sotáno.
Adentro yacía su Sempai favorito magullado y con demasiada sangre en su cuerpo, su ropa desgarrada y amarrado a una silla.
-No se preocupe Sugawara-sempai, yo vendré todos los días a verlo.
Le regalo una sonrisa y le sacó la cinta y lo alimento.
Al rato salió y vio a Kageyama en los vestidores.
Kageyama odiaba que Hinata actuara raro.
A Kageyama no le gustaba eso.