Me llamo Scar Carter, adoro las cosas lindas, tiernas e inocentes.
Me describiría como alguien dominante, pues soy la que lleva las cosas a otro nivel, me considero "algo" pervertida, ya que me gusta corromper la inocencia de cierto ojiaqua que me...
Sentada en el asiento del copiloto del gran camión de mudanza, observo desde la ventana un cielo azul adormado de hermosas nuvez. Mi mentón descansa sobre mi mano derecha, mi brazo esta apoyado en la superficie de la furgoneta. Estoy relajada, apreciando los nuevos paisajes veré durante un largo tiempo, hasta que una voz me saca de mis pensamientos.
--Señorita, ya hemos llegado--Me dice el conductor con una sonrisa dibujada en su rostro. Solo asiento con cabeza. Bajo del camión con mi celular en mano, rodeo la parte frontal del vehículo para poder ver mi nuevo hogar. Es una casa bastante grande con un jardín espacioso de color verde, que la rodea un muro de concreto. Inhaló todo lo que me sea posible, la esencia privamera se encuentra en el aire y luego exhalo.
Es un nuevo comienzo, esta vez quiero hacer todo lo mejor posible, quiero lograr todo lo que me proponga me digo con motivación, pues nunca he tenido muchos amigos, soy de esas personas que muchas veces prefieren estar sola, hasta que algo verdaderamente me llame la atención es cuando en verdad me esfuerzo, sin embargo, soy una chica bastante divertida, responsable, pervertida y amigable. Trato a los demás como quieren que me traten, pero otro punto de mi vida es que muchas personas solo me rodean por el dinero de mi familia, por lo cual soy bastante precavida al inicio.
Comienzo a caminar a la entrada de la vivienda, cuando estoy a punto de ingresar, la puerta derecha se corre. Observo a un muchacho salir bastante deprimido hasta puedo ver un aura oscura a su alrededor.
--¡Ah, ah! Lo siento, lo siento mucho!-- Digo muy rápido pensando que es culpa mía su malestar.
--¿Tú debes ser la señorita Carter?--El chico me pregunta con una voz de cansancio.
--¿Acaso es usted el propietario?-- Pregunte ya que nunca vi a una persona tan joven ser dueño de una residencia. Me dispuse a observar al chico más a fondo. Lleva un suéter blanco con botones azules por encima de una camisa color oscura, cuyo cuello es cubierto por una larga bufanda a rayas azules claras y oscuras. Su pantalón es de un tono verde limón y trae unas botas color azul acero. Complexión delgada, estatura promedio, tono de piel pálido, cabello corto desordenado color aguamarina con un flequillo largo que cubre sus ojos, fue lo que más me llamó la atención, ¿Cómo serán sus ojos?.
--Eh, pues yo...--Logra articular mientras move su flequillo con la mano derecha y sus mejillas ligeramente sonrojadas.
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--¡Que tierno! ¿Los propietarios de Tokyo son tan menores de edad?--Pregunto con ignorancia y torpeza
--¿¡Eh!?, n-no, yo solo soy un estudiante de ultimo año de preparatoria! --Acabará el chico agitando sus manos de un lado al otro, colocadas frente a él y aún sonrojado--El propietario tenía un asunto que atender y me pidió que le ayudará-- Solté una pequeña risa linda e inocente pues pienso que se ve realmente muy lindo.
--Entiendo, pues mi nombre es Carter Scar, es un gusto conocerlo-- incliné un poco mi cuerpo para hacer una reverencia.
--M-mucho g-gustoo--Él también hace una reverencia--S-soy... Shinohara Kouta--
Somos interrumpidos por una voz--Señorita, ¿Dónde debo colocar sus cosas?--Me pregunta el conductor, sin embargo no estoy segura de cual es mi cuarto, por lo que miro a Kouta pidiendole ayuda.
--E-en el segundo piso, la primer puerta a su izquierda--Contesta.
. . .
Tomo una caja de gran tamaño, pero el peso era mucho, pues a casa de eso comencé a perder el equilibrio. Al final la caja cayó de mis manos. Mi cuerpo también se dirigía hacia el suelo, cerré los ojos esperando impacto pero senti nada. En cambio percibí un cuerpo pegado al mío, proporcionándome calor, mi oído escuchaba los sonidos de un corazón que no era el mío, mis fosas nasales se inundaron de un ligero olor a menta. Me levanté de puntitas. Acerque mi nariz para poder olfatear más dicho olor, toque con mi nariz, una piel muy suave y hundí más mi cabeza en ese hueco. Sentí que la persona se tensó pero yo no quería alejarme. Abrí los ojos encontrando una bufanda de rayas azules. Me aleje lentamente. Kouta estaba completamente rojo de pies a cabeza, su carita echaba húmo.
--Lo-lo siento-- fue lo último que dijo cuando salió corriendo. Perfecto Scar.Me reproche a mí misma.
