Kill The Lights [Depravity Falls] ||Segunda Temporada||

15

"Prefiero quemar a la perra

No volveré a cruzar ese puente otra vez

No puedo confiar en ti tan fácilmente

O creer que soy el único para ti

Nunca dejo entrar a la gente

Y te tengo a ti para recordarme porqué

Así que, cariño

Quema a la perra

No volveré a cruzar ese puente otra vez

Prefiero ahogarme".

I'd Rather Drown— Sett It Off.

   Como era costumbre, algunos días después se estaban donando y obsequiando las pertenencias de la recién fallecida Mabel Pines.
Aún no había ni un rastro de su hijo.

—¿Dónde está Jackson?— preguntó la peliblanca mientras tomaba algunas pertenencias.—, creí que vendría con el tío Will.

—Posiblemente esté buscando a Christen.— respondió John, restándole importancia.

—¿Por qué se preocupa tanto por él? No lo vale.

—Lo sabemos, Sack, pero Jackson es así. Él siempre se ha preocupado por Christen debido a su estúpido enamoramiento, y dudo realmente que vaya a dejarlo ahora.— comentó Comet mientras inspeccionaba las pertenencias de la mujer.

   Mientras todos seguían en lo suyo, Sack logró percibir que en una pequeña caja de cartón había una inscripción con la misma letra de la mujer.

   El "No tocar" fue lo suficientemente poderoso como para hacerlo sentir bastante curiosidad y abrió la pequeña caja.
Dentro de ella se encontraban varias fotografías de lo que parecía ser un chico pelirrojo vestido con un elegante traje amarillo. En casi ninguna foto se podía percibir el rostro del chico por lo que pasó a inspeccionar el otro objeto; un pequeño cuaderno rojo algo maltratado.

   Leyó la primera página: "Propiedad de Mason "Dipper" Pines. Si lo tocas, creo que puedes darte por muerto". Las siguientes hojas tenían un montón de garabatos y uno que otro dibujo. Finalmente, en la página 7 habían palabras totalmente legibles.

   Sack leyó horrorizado sobre los homicidios que habían cometido Mason Pines y Bill Cipher, le costaba creer que hubieron auténticos asesinos en su familia y nadie nunca había hablado al respecto de eso.

   Dispuesto a dejar el cuaderno de vuelta en su caja notó que en las últimas páginas había una fotografía; temeroso, la tomó y no pudo soltar ni una sola palabra al ver lo que era.

   Era Christen; estaba vestido con ese traje que habían descrito como la vestimenta habitual de aquel asesino en serie, además de que sus ojos habían cambiado. Daba mucho más miedo que antes.

—C-chicos...— llamó a los presentes y les mostró la fotografía del pelirrojo.

   Nadie preguntó qué era eso, pues todos en esa ciudad sabían lo que significaba el ver a un pelirrojo con un traje amarillo.

—¿E-ese es...

—Si...

—Jackson tenía razón...

-inserte risa diabólica-
¡No me atraparán con vida!