Kill The Lights [Depravity Falls] ||Segunda Temporada||

7

"¿Por qué van detrás de mí?

¿No podían elegir a otro?

Algún día me reiré en sus caras

Y morderé sus lenguas."

Horrible Kids— Set It Off.

   «Vaya. 3 años desde que comencé con todo esto.»

   Christen, de ahora 16 años, se encontraba recostado en el cementerio junto a las tumbas de Dipper y Bill.

   Le costaba creer que ya tenía dos años asesinando personas, era satisfactorio pero aquel pequeño miedo seguía existiendo.

—Christen— la voz de Dipper lo trajo de vuelta a la realidad.—, tienes que apresurarte para llegar a la escuela.

—Lo sé.— se levantó, tomó sus cosas y comenzó a caminar en dirección al instituto.

   Si bien era cierto que había madurado y ahora era mucho más sanguinario en cuanto a sus métodos también lo era que había desarrollado cierta dualidad que le brindaba muchos beneficios.

   Frente a su familia siempre sería Christen, el pobre niño pelirrojo que tiene tendencias homicidas y puede saciarlas matando a pequeños animales y jugando videojuegos; pero para el resto del mundo era Cody, un asesino sanguinario que no se tocaba el corazón con sus víctimas.

   Si, ya habían descubierto que había alguien que vagaba por ahí matando a todo aquel que se le cruzara.

   Nada se sabía sobre él salvo que atacaba únicamente de noche y que vestía un peculiar traje; además, corrían rumores acerca de que en sus ojos se podía ver el mismo infierno. Un demonio le llamaban varios.

   Christen no podía ser más feliz, las personas le temían y eso era verdaderamente placentero. El sentirse dueño del miedo de la ciudad entera le causaba tanta gracia que no podía evitar reírse cual maniático al momento se asesinar.

   Al llegar a la escuela, como ya era de costumbre, fue recibido con una oleada de insultos y burlas. Aun después de los años seguía siendo objetivo de burlas debido a sus tendencias.

   Dipper y Bill decían que deberían de tenerle miedo por el simple hecho de que podía matarlos a todos, pero el que nadie nunca lo hubiese visto cometer algún delito influía bastante.

   Si bien era cierto a esas alturas a Christen ya no le importaba recibir insultos de sus compañeros también lo era que su paciencia se estaba acabando. Podría matarlos tan fácilmente como lo hizo con los cientos de personas que había asesinado hasta ahora; pero vamos, no sería prudente matar a todos de un tiro.
Era mejor que todos desaparecieran poco a poco.

   Caminó directo a su salón, encontrándose con Jackson y Comet.

—Hola Christen.— le saludó Jackson con una sonrisa de oreja a oreja.

—Hola chicos.— tomó asiento al lado de ellos y conversaron hasta que las clases dieron inicio.

   Christen pasó la mayor parte de la clase escuchando a Dipper y Bill discutir de si debía de asesinar a una familia entera o a personas por separado. Le importaba poco, mientras pudiera seguir saciando su sed de sangre estaría satisfecho.