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"No me avergüenzo de mis errores

Caminé el camino que debía tomar

Eso me hizo lo que hoy soy

Este reino de odio ha terminado

Vamos a tomar el control de esto ahora

Y apenas hemos comenzado."

Here I Am Asking Alexandria.

—¿¡Que él qué!?.— gritaba histérico cierto pelirrojo de ojos cafés.

   La cita entre Christen y Jackson había terminado y todo había ido de maravilla.
Claro, hasta que los demonios aparecieron y hablaron con él diciéndole que Phill estaba por ir a la policía apenas volviera Jackson a casa de sus padres.

   La sangre de Christen ardía de ira, su padre había traicionado su palabra y eso no se lo permitiría a nadie.

   Sin vacilar, tomó su teléfono y llamó al pelirrojo mayor.

—Diga.— respondió casi al instante.

—P-papá...— fingió estar llorando y percibió la preocupación de su padre al otro lado de la línea.

¿Christen?, ¿pasa algo?.

—P-por favor v-ven al cementerio...

¿Por qué?, Christen ¿qué pasa?.

—Y-yo... L-lo lamento.

—¿¡Christen!?.— y entonces colgó.

   Miró a los demonios y sonrió de forma retorcida.

—¿Y bien?, ¿qué están esperando? Hay trabajo que hacer.

   Phill corría desesperado al cementerio mientras las palabras de su hijo resonaban en su mente.

   "Lo lamento", "por favor ven", no podía detenerse a pensar en que su hijo era un asesino mientras su amor paterno siguiera presente.

   Al llegar al cementerio buscó por todos lados alguna señal de su hijo.

—¿¡Christen!?, ¡hijo, estoy aquí!.— no obtuvo respuesta alguna.— ¡Christen!.

   Phill siguió caminando por el lugar hasta encontrarse frente a las tumbas de su hermano y cuñado. Sin poder evitarlo, una oleada de recuerdos se vino a su mente; recordó el día en el que conoció a Dipper, recordó el día de la fiesta de Halloween, recordó todo lo que vivió desde que Dipper llegó a la vida de Bill y pensó que todo hubiese sido perfecto si tan solo no hubiese dejado salir ese maldito lado maníaco.

   Sacudió su cabeza tratando de dejar de lado esos viejos recuerdos y comenzó a gritar a todo pulmón.

—¡Christen, sé que estás aquí!, ¡si puedes escucharme quiero decirte que tomé una decisión! ¡No puedo quedarme de brazos cruzados aún sabiendo todo lo que has hecho, pero hay algo que tienes que saber!.— guardó silencio por unos instantes, esperando obtener alguna respuesta mas no la consiguió.— Christen, sé que no te lo dije muy seguido, pero te adoro. Eres mi hijo y siempre te querré no importa lo que decidas. Yo...

   Phill no pudo terminar de decir aquellas palabras pues fue interrumpido por un cuchillo filoso que se enterró justo en su cabeza sin vacilar. Murió al instante.

—Vaya.— comentó el castaño mirando el cuerpo sin vida del pelirrojo.

—Oh vaya, ¿quién lo diría? Él tenía sentimientos después de todo. Gracioso ¿no, niño?.— ambos demonios miraron al pelirrojo de ojos cafés que seguía mirando el cuerpo de su padre.

   No se movió ni un centímetro, no respondió a las palabras de los demonios sólo estaba ahí, mirando sin hablar, no tenía palabras.

—¿Niño?.

—¿Christen, estás bien?.

   La respuesta que obtuvieron no fueron palabras precisamente; mas bien, la respuesta que recibieron fue el irrefrenable llanto del menor.

   Christen cayó de rodillas mientras las lágrimas seguían fluyendo a su antojo. Cubría sus ojos con ambas manos y trataba de no gritar de dolor, pero le era imposible.

   « que no te lo dije muy seguido, pero te adoro

   Las ultimas palabras de su padre...

   «Eres mi hijo y siempre te querré no importa lo que decidas

   ¿Por qué tenían que ser precisamente esas sus ultimas palabras?, ¿por qué lo seguía queriendo a pesar de todo?, ¿por qué seguía siendo tan débil?.

Kill The Lights [Depravity Falls] ||Segunda Temporada||Where stories live. Discover now