Deeply In Love ||Minayeon Y Jitzu||

Capítulo 12: Cuéntame que sucede.

Nayeon y Jeongyeon pasaron toda la noche hablando de lo idiotas que eran Mina y Nayeon, la primera por haber revelado su secreto y la segunda por seguir queriendo a Mina.

...

Tzuyu estaba cansada de nunca enterarse de nada. No era justo, ella también era su amiga y se preocupaba por ellas. Su pelea afectaba a todas y a los fans.

Estaba segura de que Jihyo sabía todo y quería que se lo contaste.

Dahyun y Chaeyoung cayeron dormidas nada más meterse en la cama y Tzuyu aprovechó para dirigirse a la habitación más grande. Era frustrante no compartir habitación con la líder, no podía meterse en su cama de imprevisto y volver a la suya de nuevo antes de que el resto se despertase. 

Abrió lentamente la puerta y vio que todas estaban dormidas en sus camas, menos Jihyo, que miraba al techo. 

— Jihyo unnie — susurró la maknae.

La mayor se giró enseguida hacia la puerta y se tapó la boca con las manos para ahogar el grito. Tzuyu la había asustado, se había aparecido como un fantasma.

Se levantó de su cama y se acercó a la puerta. 

— ¿Qué pasa? — preguntó preocupada.

— ¿Podemos hablar?

Eso hizo que la preocupación de la castaña aumentase. ¿De que quería hablar con ella? 

— Claro, vamos al salón — respondió claramente nerviosa.

— Mejor vamos a dar una vuelta — sugirió Tzuyu.

Si se quedaban en la casa Jihyo se podría escapar al cuarto de Jeongyeon o a su propia habitación.

— Pero es de noche y estamos en pijama — protestó la líder.

Tzuyu utilizó un arma mortal para convencer a su novia para salir, hizo aegyo.

Jihyo efectivamente no pudo resistirse.

Suspiró rindiéndose ante los encantos de la maknae.

— Voy a ponerme unos playeros y el abrigo, haz lo mismo.

Tzuyu sonrió claramente contenta y le dio un beso en la mejilla a la mayor, quien se ruborizó.

Salieron del piso y era noche cerrada. No había ni un alma por la calle así que no tenían que ocultarse y podían hablar con total libertad.

Tzuyu pensaba que el ambiente era un poco sombrío así que decidió agarrar la mano de su novia para sentirse más segura. Bastó eso y una sonrisa para que la de pelo morado olvidara todo, incluido el motivo por el que había arrastrado a Jihyo fuera del piso en plena noche.

— ¿Qué era lo que querías hablar conmigo? — preguntó la líder muy nerviosa.

La maknae recordó el motivo por el que estaban a allí y se puso seria.

— ¿Por que Nayeon unnie y Mina unnie se pelearon?

Jihyo, aliviada, suspiró internamente. 

— No te lo puedo contar.

— ¿Por qué? — protestó la maknae.

— Son asuntos personales.

— Pero es que sus asuntos nos están afectando al resto — se quejó Tzuyu. 

Jihyo suspiró. Tzuyu estaba molesta y preocupada, entendía como se sentía. Como líder debía saber ponerse en el lugar del resto de miembros y tratar de ayudarlas. 

— Lo siento, no puedo traicionar a Nayeon — se disculpó Jihyo y agachó la cabeza.

Tzuyu suspiró claramente molesta y se cruzó de brazos. Esperaba a que Jihyo le confesase la verdad.

La más baja alzó la cabeza y contempló el rostro enfadado de la pequeña mientras que se debatía internamente. Quería contárselo  y que no se enfadara, pero no podía traicionar a Nayeon.

— Jihyo unnie — la llamó Tzuyu.

La líder no respondió. 

— Si me vas a mirar fijamente durante más tiempo parpadea de vez en cuando, no quiero que tus ojos se sequen. 

Jihyo parpadeó varias veces muy sorprendida por el comentario de Tzuyu, de verdad que no se lo esperaba.

Su cuerpo se desconectó de su cabeza y siguió a su corazón. Se puso de puntillas y rodeó el cuello de Tzuyu con los brazos para plantarla un beso.

La maknae no protestó y se dejó hacer. Para ambas era su primer beso y eran inexpertas pero sus bocas parecían moverse impulsadas por alguna fuerza. Ambas disfrutaron de ese tierno beso y no querían separarse. 

Oyeron varios ladridos y rompieron el beso asustadas. 

— ¡Te he dicho mil veces que no hagas tus cosas en plena calle! — chillaba una mujer mayor enojada.

Su terrier la ladraba, parecía que estuvieran manteniendo una conversación.

— ¡No me chantajees! — protestó la señora.

Jihyo y Tzuyu se miraron sorprendidas y volvieron a posar sus ojos en la curiosa señora y su perro.

Aparte de ellas eran los únicos que estaban allí.

El móvil de la señora sonó distrayéndola. El perro aprovechó la ocasión y salió disparado hacia la pareja.

Levantó la pata y comenzó a orinar en los zapatos de Tzuyu. Ésta saltó asustada y se apartó del perro.

El animal iba a volver a salir corriendo, pero Jihyo lo atrapó antes de que se escapase. 

Miró el collar del perro con curiosidad y comenzó a reírse tras leerlo. 

La maknae se extraño bastante y se acercó a su novia.

— Lee — la indicó.
La china leyó el collar. "Mina. Propiedad de la señora Kim Nayeon. Si lo encuentra llame al..."
Tzuyu también comenzó a reírse. Le hizo gracia que el perro y la señora se llamasen igual que sus amigas. 

— Las dos Minas tienen malas pulgas — comentó.

Jihyo rió más fuerte. 

Kim Nayeon se acercó a las chicas y las agradeció que hubiesen atrapado a Mina.

Cuando vio las playeras de Tzuyu le dio dinero para que se comprase unas nuevas. 

Observaron como la mujer y su perra se alejaban por la calle con rapidez. Podían escuchar los ladridos y los gritos amenazantes de Kim Nayeon como respuesta.

Cuando se marcharon la calle quedó completamente en silencio y solitaria.

— ¿Volvemos a casa? — preguntó Jihyo.

— No creas que se me ha olvidado de lo que estábamos hablando — advirtió Tzuyu.

La castaña suspiró y agarró la cintura de la china para atraerla hacia ella y la besó.
Dos minutos después se separó de Tzuyu.

— Cinco minutos y volvemos — la advirtió.

Ella asintió sonriendo y volvió a conectar sus labios. Aquello era mil veces mejor que enterarse de lo que ocurría entre Nayeon y Mina.

Pasaron cinco minutos más otros cinco, más otros cinco...

He tardado tanto tiempo en actualizar porque estaba de exámenes. En realidad tenía varios capítulos escritos para irles subiendo durante los exámenes, pero Wattpad me odia y me los borró. 

Perdonad el poco Minayeon, dentro de poco habrá mucho más de esta pareja. Deseo que la espera merezca la pena.