Deeply In Love ||Minayeon Y Jitzu||

Capítulo 8: Declaración.

Tzuyu no supo que contestar. Jihyo la había quedado sin palabras. De los nombres que podía contestar, el que menos se esperaba que dijese era el suyo. Pero lo había dicho claro.

Después de varios minutos Tzuyu seguía sin saber que decir o hacer y Jihyo permanecía con los ojos cerrados. Por un momento Tzuyu temió que la castaña se hubiese aburrido y sin querer se hubiera dormido.

- Jihyo unnie - la llamó en un susurró.

Jihyo abrió los ojos como un resorte al escuchar la suave voz de la pelo morado llamándola.

Tzuyu se había apartado y ahora su cabeza descansaba a diez centímetros de la de Jihyo.

- Tú- tú - estaba muy nerviosa - también me gustas - le confesó.

Jihyo se había quedado en shock, ni en sus mejores sueños podría haber imaginado aquella contestación de la taiwanesa. Se giró sobre si misma y miró los ojos castaños de su interlocutora.

Estaban a más distancia que antes pero su corazón latía raudo y veloz, todavía más rápido que antes. Había sido correspondida por Tzuyu, se sentía feliz y confusa a partes iguales.

- ¿Qué hacemos? - preguntó Jihyo.

Aquello le había pillado por sorpresa a Tzuyu. Jihyo siempre había sido una líder fuerte que en todo momento sabía que hacer y que calmaba a las demás cuando se ponían nerviosas por algún acontecimiento. Ella siempre sabía que hacer y que decir. Nunca la había visto tan insegura como en esos momentos, ni siquiera durante Sixteen.

- No lo sé - se sinceró Tzuyu - jamás he estado en una situación parecida.

Jihyo recordó que Nayeon y Jungyeon durante su período como trainees habían estado saliendo juntas, pero una vez que tuvieron que ingresar en Sixteen lo dejaron para no poner en riesgo su carrera como idol. Pero ellas no eran trainees ni estaban en el programa, eran idols ¿Qué podían hacer?

- No podemos contárselo a nadie, eso lo primero - dijo Jihyo.

Tzuyu asintió conforme. Sonrió al ver un atisbo de la Jihyo líder que no se dejaba vencer por ningún obstáculo.

- Lo segundo ya depende de ti - dijo Jihyo mirando a los ojos intensamente a la china.

Tzuyu sintió algo de miedo al ver los ojos grises y grandes de Jihyo tan serios.

- ¿Quieres salir conmigo o prefieres que sigamos siendo amigas? Voy a respetar tu respuesta sea cual sea la que elijas, pero te advierto de que la primera opción es el camino más difícil e incierto y que puede que no termine como nostras esperamos.

El semblante de Jihyo era de hielo y transmitía perfectamente la transcendencia de la pregunta que acababa de hacer.

El corazón de Tzuyu iba a mil por hora. Quería decirle que sí a Jihyo pero temía las consecuencias y los obstáculos que tendrían que enfrentar.

- No sé que hacer.

- Elije la opción con la que sepas que no te vas a arrepentir nunca - la aconsejó Jihyo.

Tzuyu sopesó las posibilidades. Si aceptaba podría salir bien o no y si no salía bien probablemente se arrepentiría, pero si la decía que no estaba segura de que se pasaría el resto de su vida preguntándose que habría pasado si hubiera aceptado.

- Sí

- ¿Sí, qué?

- Quiero ser tu novia - susurró Tzuyu avergonzada.

Una amplia sonrisa se dibujó en la boca de Jihyo y le iluminó la cara. Estaba muy feliz, pero que muy feliz, ese momento le recordaría siempre como uno de los más felices de su vida, daba igual lo que pasase a continuación, nadie le podría quitar la felicidad que sintió cuando Tzuyu la dijo que sí.

Al ver la gran sonrisa en el rostro de Jihyo, Tzuyu supo al instante que había tomado la decisión correcta y que jamás se arrepentiría de ello.

Jihyo tenía ganas de besar a Tzuyu y Tzuyu tenía ganas de besar a Jihyo, pero ninguna se atrevía a dar el primer paso. Era su primer beso, el primer beso de algo especial y único y ninguna de las dos quería meter la pata, pues nunca habían besado a una chica y no sabían si era lo mismo que besar a un chico.

- Tranquila - dijo Jihyo acariciando un moflete de Tzuyu - yo tampoco me atrevo a hacerlo.

- ¿Y si esperamos a que estemos preparadas? - preguntó Tzuyu.

Jihyo estuvo de acuerdo con lo que le propuso su, ahora, novia. No tenían porque darse prisa, lo más importante de aquello era el paso que habían dado. Un paso muy importante en sus vidas.

- ¿Qué tal si dormimos? - sugirió la líder de TWICE.

Tzuyu asintió. Abrazó la cintura de Jihyo y apoyó la cabeza en su pecho. Jihyo cogió la mano del brazo que rodeaba su cintura y entrelazó sus dedos, luego apoyó la mano que le quedaba libre en las caderas de Tzuyu, y antes de cerrar los ojos le dio un suave beso en la cabeza de buenas noches. Y así fue como durmieron.