Anneth: No, las cosas no pasaron así. Si, es verdad, yo lo sabía. Pero no me enteré hasta mucho después, cuando tu eras apenas un niño. ¿Cómo iba a saberlo? Dess era frío, si, pero ésa era su manera de ser. Cuando se lo proponía podía llegar a ser muy dulce y tierno, así que yo sólo aprendí a vivir con eso. Me enteré de sus verdaderos sentimientos un día que entre a este lugar sin su consentimiento. Tu tenías tu primera presentación en la obra escolar y él no se daba prisa. Vine a buscarlo para irnos pero no estaba, de igual forma me acerqué a su escritorio, por pura curiosidad ya que, como sabes, su oficina siempre estaba cerrada con llave, y cuando no lo estaba era porque él estaba dentro y estaba prohibido para todos entrar a menos que él lo indicara. En fin, me ganó la curiosidad, entonces vi todas estas fotografías. El diario estaba abierto y sin pensarlo leí una de las páginas, sólo me bastó leer una para entender que en realidad, yo nunca había tenido su corazón. 

Harry: Pero no lo dejaste.

Anneth: No. No lo hice porque él me lo pidió. Fue una discusión horrible la que tuvimos cuando le dije que sabía su secreto. Recuerdo que destrozó todo lo que tuvo a la mano. Al final, cuando estábamos más calmados me contó toda la historia que yo ignoraba de su pasado. Decidí que no me iría porque no quería que crecieras en una familia rota. Mi matrimonio con tu padre se destruyó cada vez más. Le dije que podría ser libre, que yo no lo detendría, pero no quiso, dijo que ya no había nada por lo que pudiera luchar. 

Harry: Pero era mentira. Brent lo quería también. él nunca se casó ni tuvo hijos, tal vez... tal vez aún esperaba que papá reconociera que lo quería y volviera por él.

Anneth: Puede ser. Pero nunca lo sabremos, Harry. Y el que pases tus tardes intentando averiguarlo sólo hará que dejes de disfrutar la vida que has creado fuera de estos muros. 

Harry: Ya lo sé. Sólo... sólo quiero saber que mi padre no era un cobarde, ¿Entiendes? 

Anneth: Desmond entendió demasiado tarde qué era lo que necesitaba. Pero piensa esto: Gracias a lo que ocurrió tu conociste a Louis.

Una sonrisa sutil se formo en los labios del ojiverde mientras volvía a ver la fotografía. 

Louis. Su amado Louis.

Harry: Creo que tienes razón. 

Anneth: La tengo. -Concordó.- Ahora deja esto de una vez y vete, que ya es tarde. -Dijo a la vez que sonreía de manera natural.

Harry suspiro asintiendo con la cabeza. Ya agobiado por tantas preguntas tomó el resto de las fotografías del escritorio y las guardó en una caja que aguardaba intacta en uno de los sofás de terciopelo marrón que había en la habitación.  Después se giró y caminó hacia su madre depositando un beso en su frente.

Harry: Tienes razón. Debo irme. 

Anneth: Oh, antes de que te vallas. ¿Podrías traer a James más tarde? Me he encariñado mucho. -Sonrió a su primogénito. 

Harry: Veré que puedo hacer. -Sonrió cómplice. 

Anneth asintió besando la mejilla de Harry, éste salió del despacho a paso firme y posteriormente salió de la casa. Caminó hasta su coche y luego de encenderlo condujo por las calles de la ciudad a prisa hasta la iglesia central, la más hermosa de Doncaster.  Al adentrarse al lugar pudo divisar a Stiles con un regordete bebé en brazos. El castaño lo vio acercarse y sonrió en su dirección.

Stiles: Hey, llegas tarde. -Reprochó arqueando una ceja. 

Harry: Lo sé, lo siento. Estuve leyendo el diario de papá.

Stiles: Esta bien -asintió.- Toma al pequeño.

El castaño acercó al pequeño bebé de un año y Harry sonrió con ganas tomándolo en sus brazos. El diminuto ojiazul le sonrió, reconociéndolo de inmediato  y le aplasto las mejillas entre balbuceos incomprensibles a sus oídos. 

»Kidnapped« || LS ✨ [SIN EDITAR] Onde as histórias ganham vida. Descobre agora