Capítulo 3

25K 1.4K 165
                                    

Courtney

Me estaba cambiando aunque sinceramente no sabia para que si no podía salir de esta habitación. Opté por un pantalón deportivo gris con una camisa de manga larga negra para que me cubriera mi herida. Al ser una omega mis heridas no iban a cicatrizar tan rápido pero tampoco nos moriríamos a no ser que nuestro lobo esté muy débil.

Esteban me trajo el desayuno y se quedó unos minutos más conmigo pero tuvo que irse. Alguien abrió la puerta bruscamente. Era Lyann.

-Hoy podrás salir de esta habitación hasta la tarde ya que no va a ver nadie en la casa pero ni intentes huir porque te atraparé.- me dijo frío

-De acuerdo Alfa - bajé mi cabeza.

Salí de la habitación hacia el jardín necesitaba aire fresco. Por un momento me sentí libre al contemplar la naturaleza especialmente el bosque que estaba detrás de la casa.

Alguien me tocó el hombro y cuando me giré era Esteban. Sonreí.

-¿Qué haces aquí?- me preguntó

-El alfa me permitió salir hasta la tarde.- le dije tímida.

-Pues debes aprovechar este tiempo. Si quieres podemos caminar alrededor de la casa.- asentí.

Caminamos y después de mucho tiempo me sentí contenta. Esteban era muy simpático y gracioso, ya le había tomado un enorme aprecio. En todo este tiempo me sentí observada pero buscaba a mi alrededor, lo único que había eran arbustos, unos árboles enorme pero no veía nada peligroso.

-Me la pase muy bien pero debo volver al trabajo.- me dijo Esteban.

-Yo también la pasé genial.- sonreí mostrandole todos mis dientes, hace tiempo que no sonreía de verdad y él me miró asombrado.

-Tienes una sonrisa hermosa.- me sonrojé y él me dio un beso en mi mejilla.- Deberías sonreír más a menudo pareces un ángel.

-Muchas gracias Esteban hace tiempo que no me divertía.- le dije porque era verdad.

-Nos vemos ángel.- se marchó y volví a quedarme sola.

Escuché un sonido detrás de mi y cuando empecé a caminar alguien me tapó la boca y me metió en un almacén muy oscuro. Tenia miedo, sus manos eran grandes así que debía ser un chico pero ¿quién será? Él chico me habló:

-Voy a quitarte la mano de la boca pero ni se te ocurra gritar.- yo asentí y el prendió la luz.

Cuando me acostumbré a la claridad y miré al chico era alto, su cabello era rubio, sus ojos eran verdes pero tenían una pizca de rojo en ellos y su piel era pálida aunque no le quitaba nada de belleza. Era increíblemente guapo. Vampiro.

-¿Quién eres tú?- le pregunté con miedo en mi voz.

-Soy Dereck- me sonrió.

-Porque presiento que te he visto de algún lado.- era verdad sus ojos se me aparecían en mis sueños.

-Porque ya me has visto, cuando eras pequeña yo cuidaba de ti, era tu protector. Pero poco tiempo después tus padres se dieron cuenta que era un vampiro y me obligaron a alejarme de ti. Aún así te cuidaba cuando podía. Y hoy te logré conseguir después de un año sin encontrarte.- él era el chico que veía en mis sueños. Unas lágrimas salieron de mi sin darme cuenta.

-Me acuerdo de ti, todas las noches te soñaba y me decías que me cuidarías, yo era apenas una niña.- él me limpió mis lágrimas y me abrazó.

-Claro que si pequeña loba y lo seguiré haciendo.- me soltó y me miró a los ojos.

-Por cierto, ¿cómo lograstes entrar aquí sin que los lobos del alfa se dieran cuenta?- le pregunté.

Me Perteneces Luna Donde viven las historias. Descúbrelo ahora