Nuestras bocas se separaron cuando comenzó a dirigirme a la cama, sus manos en mis caderas y sus ojos posados en mí. Me empujó con un poco de violencia al colchón y continuó torturándome, mi ropa interior no se movió de su lugar. Nunca perdiendo el contacto visual.

- Jin, espera, no - protesté pero seguí disfrutando su roce. Arqueé mi espalda cuando finalmente sacó los malditos pantalones, junto con mis boxers, y comenzó a lamer mi líquido preseminal. Me dio un pequeño beso en la punta del pene y me observó, satisfecho. Comenzó a besar, a lamer y a morder desde mis rodillas hasta el centro de mi entrepiernas. Cada acción matándome lentamente. Oh dios mío, esto está muy mal. La maldita voz comenzó pero inmediatamente fue interrumpida cuando Jin hyung me lanzó una mirada desafiante y miró mi miembro. Está apunto de...

- Mierda - gruñí al mismo tiempo que lamía mi erección desde la cabeza bien hasta abajo. Mi mente explotaba, me estaba perdiendo en él. Una de mis manos estaba sujeta a sus cabellos con fuerza mientras la otra se aferraba a las sábanas como si mi vida dependiera de ello. Mis caderas automáticamente comenzaron a moverse arriba y abajo, empujando mi miembro a lo más profundo de su boca. Sí, está mal. Pero se siente anormalmente bien.  

Estaba en éxtasis. Los sonidos sucios provenientes de su boca mientras disfrutaba lo que estaba haciendo, me excitaban más y más. Una sensación de cosquilleo en el fondo de mi estómago me advirtieron de mi inminente orgasmo. Dejé de aferrarme a su cabello y puse mis manos en sus hombros, intentando detenerlo antes de eyacular en el rostro de mi hyung. Él pareció haber entendido la indirecta y se detuvo, sólo para arrodillarse en frente de mí. Entre mis piernas. Guau, esto está sucediendo. Comenzó a deshacer su cinturón y desabotonarse los pantalones. Todo lo que podía hacer era mirarlo a él. No podía dejar de posar mis ojos en su figura. En ese momento me percaté de la manera en la que había querido verlo desnudo durante todo este tiempo. Lanzó su ropa interior al otro lado de la habitación, exponiendo su palpitante erección. Mierda. Eso fue todo lo que mi mente logró murmurar. Él siguió sacándose la camiseta y yo comencé a acariciar su pecho, yendo hacia abajo hasta su cintura. Desesperadamente jalando su piel. Estaba desesperado y lo deseaba. Demasiado.

Mis manos siguieron su camino hacia abajo, hurgando en sus muslos. Se estremeció ante mi roce, cerrando sus ojos para disfrutarlo en su máxima expresión. Con mi mano temblando tomé su erección y copié sus movimientos, masajeando desde el comienzo hasta la cima de su eje. Tiró su cabeza hacia atrás y gimió. Era mi primera vez oyéndolo reaccionar de esta manera. De acuerdo, al menos en frente mío y él estando al tanto que lo estoy escuchando.

Estaba satisfecho al saber que él disfrutaba lo que yo hacía. Porque, para serles honesto, estaba perdido. No sólo era virgen, sino que también era mi primera vez con un muchacho. Sí, estoy haciendo esto con un-

Sus ojos interrumpieron el hilo de mis pensamientos. Ahora estaba mirando mi cuerpo entero, como si estuviera admirándome. Repentinamente, su rostro cambió y se convirtió en el de una bestia. Y yo supe que estaba listo para devorar. Tomó mis mejillas con brusquedad y fusionó nuestros labios de nuevo, diciéndome que siguiera lo que estaba haciendo.

Nos estábamos tocando, tanteándonos y besándonos con lujuria. Parecieron horas hasta que sentí sus dedos en mi boca y me ordenó:

- Lame -e hice como se me había dicho. No tenía idea de por qué razón quería que lo hiciera, pero se sentía bien tenerlo en alguna parte dentro de mí. Entonces, no me quejé. Luego de unos minutos de contacto visual y lamidas de dedos, los retiró de mi boca abruptamente y puso sus labios sobre los míos. El beso era tierno ahora, no era descuidado ni desesperado. Estaba disfrutando esta otra parte del asunto hasta que lo sentí entrar en mí.

- Ah...- un gemido incómodo pasó por mis labios entre nuestros besos. Dios, esto se siente... extraño. En verdad, estaba asustadísimo. Sabía sobre sexo pero principalmente sobre el heterosexual. Sabía tan poco del sexo gay que estaba en una nebulosa. No sabía si estaba listo para eso. Es decir, no soy gay.

Mi mente se quedó en negro cuando sentí otro de sus dedos dentro de mí, un gemido escapó de mi boca y él me sonrió maliciosamente. Éste había dolido más. Los retiró y se movió para tomar algo del cajón de su mesa de noche. Cuando encontró la botella, vertió un poco del contenido en sus dedos y puso los mismos dos dentro de mi entrada otra vez. Esta vez, gracias al líquido, se sintió más frío y no dolió tanto. Pero tampoco se sintió bien.

Siguió así por unos minutos, estirando mi cavidad. Luego, los retiró y nuestros labios finalmente dejaron de tocarse. Se posicionó, tomándome de las caderas y haciendo que la punta de su miembro tocara mi entrada.

Espera, espera, espera... No puedo hacer esto ¿Qué estoy haciendo?¿Por qué estoy dejando que me toque de esta manera? ¿Por qué querría que lo haga? Dios, debo detenerme. Esto debe detenerse. No estoy listo. No estoy listo. Estaba entrando en pánico internamente mientras él se acomodaba para acabar con el asunto de una vez por todas. Está borracho y yo también. No quiero hacer esto así. No mi primera vez al menos. No, detente ¡Detente!  Pero a mi boca le era imposible pronunciar las palabras. La excitación me volvía loco. Pero me gusta, otra voz apareció, demasiado. Esto era demasiado para que mi cabeza fuera capaz de procesarlo. Debo detenerme.

Me miró y dijo mi nombre, haciendo que mi atención fuera a su rostro - Kookie, - dijo - ¿realmente quieres esto?

PDV DE SJ:

Kookie, - dijo - ¿realmente quieres esto? - pregunté, un poco asustado. Esto estaba haciéndome perder la cabeza. Si dice que si... no creo que pueda controlarme. Sabía malditamente bien que si decía que sí, lo partiría en dos y lo disfrutaría. Y, por supuesto, él también. No podía mirar a nada más que no fuera él. Estaba totalmente expuesto, justo como lo quería. Parecía vulnerable y eso me excitaba aún más. Eran tan seductor, lo tenía todo para mí. Y sólo para mí.

Finalmente, me había percatado qué tanto había querido esto en las últimas semanas. Hacerlo gemir, hacerlo gruñir y morderle sus labios vírgenes. A pesar de que parecía disfrutarlo tanto como yo, quería estar cien por ciento seguro. Seguí observándole con detenimiento, expectante a su respuesta. Pero su boca no se movió y sus ojos como platos estaban posados en mí ¿Qué estoy haciendo?  No emitió ningún sonido y yo no podía soportarlo más. Estoy forzándolo. Debe de estar borracho, seguramente ni siquiera sabe lo que está sucediendo. Mi mente concluyó pero mi cuerpo se negó a moverse, esperando que esa simple palabra saliera de sus suaves labios. Pero no sucedió.

Sólo es un niño confundido y borracho. Ahora mis ojos fueron los que se abrieron, finalmente aceptando lo que mi cabeza me estaba diciendo. Vete de aquí, maldita sea, Seokjin. Ahora, antes de que no puedas controlarte. Escuché la advertencia por primera vez esa noche.

- Lo... lo siento, Kookie - me paré en frente de él - No... no sé qué me sucedió. Lo siento mucho. Por favor, perdóname - terminé al mismo tiempo que recogía mis prendas de ropa. Me vestí tan rápido como mis brazos me lo permitieron, mirando por última vez a mi dongsaeng. Sólo había confusión en su rostro. Ni siquiera estaba intentando levantarse, cubrir sus ojos o buscar sus pantalones. Estaba petrificado. Eres un tremendo idiota, Seokjin. Sentí los ojos de Kookie siguiendo mis movimiento hasta que salí disparado de la habitación, casi corriendo. Estaba por largar las lágrimas, las malditas me quemaban los párpados.

Cuando salí, casi me tropecé contra algo, pero no le presté atención. Ya que lo único que me importaba era llegar al baño y recomponerme de una maldita vez.

Bueno, gente. Acá estamos! Finalmente algo de smut! Tenìamos este capítulo fríamente calculado desde el comienzo de la historia pero por supuesto todo es mejor con un poco de espera. Esperamos que lo hayan disfrutado tanto como nosotras lo disfrutamos. Con mucho amor, Micaela y Josefina.

No hubo palabras en coreano acá jaja

반말 (Sin honoríficos) - JinkookWhere stories live. Discover now