XIV

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PDV DE JK:

-¿Qué sucede, hyung? - pregunté inocentemente. Jin hyung se acercó a la puerta de la habitación y la cerró con cuidado, intentando no hacer ningún ruido. Se dio media vuelta y posó sus ojos en mí. Podía oler las botellas de soju que había tomado hacía un par de horas. Apestaba a alcohol. Pero, de alguna manera, no me molestaba en lo más mínimo. Comencé a sentirme nervioso al verlo observándome minuciosamente. Mi cuerpo se estremeció y noté algo en sus ojos. Algo que no terminaba de entender qué era. Comenzó a acercarse a mí, con lentitud. Supuse que era por las sustancias dañinas que había ingerido, las cuales le hacían sentirse mareado y no quería perder el equilibrio. Sus ojos seguían en mí, parecía furioso. Retrocedí pero una pared me detuvo. Mierda, estoy muerto. El nerviosismo quemaba mis entrañas mientras intentaba leer sus ojos. El enojo más el alcohol nunca era una buena combinación, entonces inmediatamente esperé su puño y mi mandíbula doliente. Pero eso nunca lleg. De repente perdió su balance y cerró los ojos para recomponerse del mareo, al mismo tiempo que yo decidí que esa era mi oportunidad de huir.

- No - su voz seria mientras estampaba su mano derecha en la pared, atrapándome. Lo miré anonadado. Aquí viene el golpe. Cerré mis ojos con fuerza y espere pacientemente. Se sintió una eternidad hasta que junté el coraje suficiente como para abrirlos. En el proceso, lo vi acercándose y posicionando sus suaves labios en los míos. Repentinamente, todo su cuerpo se relajó y la tensión desapareció en el aire.

Sus músculos se amoldaron y sus manos encontraron mis caderas, manteniéndome en posición. Movió las suyas hacia adelante, presionando nuestras entrepiernas. Su cuerpo intentando encontrar mi piel a través de la tela, llevándome más cerca. Me percaté que no sólo era yo el único poniéndome duro, él también lo estaba. La ya familiar ola de calor corrió por todo mi cuerpo y se detuvo en mis genitales. Todo estaba allí. Lo deseaba. Envolví mis brazos en su cuello, queriendo hacer el beso más y más profundo. Nuestros labios se movían al ritmo del otro, el beso convirtiéndose cada vez más descuidado. Mordió mi labio inferior y cuando dejé salir un gemidos, aprovechó y puso su lengua en mi boca, jugando con la mía. Ahora yo era el que estaba mordiéndole el labio, haciéndole saber a Jin hyung que yo también lo deseaba. Que lo quería más cerca de mí. Que quería todo de él.

Levantó un poco mi camiseta y pasó su mano por mi pecho hacia mis abdominales, dejando cada centímetro que tocaba, ardiendo. Dejé escapar otro gemido, más alto esta vez y arqueé un poco mi espalda. Me acercó a él cuando lo escuchó pero luego se alejó bruscamente. Mis labios entreabiertos, pidiendo más. Por favor, no te detengas.

-Por favor, Jin-ah- le rogué, casi inaudible. Abrí mis ojos y lo reconocí. Lujuria. Sí, era la sedienta y puta lujuria en sus ojos. Ambos jadeando, nuestras narices se tocaban, estábamos intentando recuperarnos del acalorado beso. Nos quedamos en la misma posición, ninguno se movió. Sólo podía concentrarme en que sus labios no estaban sobre los míos, como yo desesperadamente quería. Pero me contuve. No lo besé. Estaba cansado de esperar ¿Qué está haciendo? Me estaba mirando fijamente, ojos lujuriosos de nuevo. Una sonrisa traviesa apareció y su mano izquierda dejó mis caderas para comenzar a desabotonar mis jeans. Estaba mirándome directo a los ojos, ningún tipo de vacilación. Nuestras respiraciones seguían pesadas mientras me intentaba contener. No lo beses todavía, Jungkook. No hagas que se detenga. Me tomó todas mis fuerzas para tener éxito. Quería que me tocara. Quería sentirlo sobre mí.

- ¡Ah! - gemí ruidosamente cuando comenzó a masajear mi miembro erecto por encima de mi ropa interior. A pesar de que la tela evitaba que nuestras pieles se tocaran, su mano se sentía caliente, ardiente. Sonrió maliciosamente ante mi reacción y comenzó a darme pequeños besos en el cuello. Corrí mi cara para darle más acceso para que acariciara mi piel con sus deseables labios. Pequeños y dulces besos alrededor de mi clavícula. Q. De repente, se detuvo. En forma rápida y descuidada comenzó a besarme otra vez, incluso podía sentir su desesperación. De acuerdo, ni siquiera debería empezar con la mía.

반말 (Sin honoríficos) - JinkookWhere stories live. Discover now