IX

562 62 25
                                    

JK PDV:

Cuando por fin llegué a casa, mi mamá nos hizo un delicioso almuerzo. Extrañaba su comida. Me recordaba a la de Jin hyung un poco, lo que hizo que me sintiera melancólico. Pero no lo suficiente como para dejar de disfrutar de ese tiempo con mi familia. 

Appa me llevo por un paseo, como solía hacerlo cuando era un niño que apenas caminaba. Hablamos de mis proyectos y agenda, mayormente de mi vida como cantante/bailarín. En un principio, ellos estaban reacios a dejarme seguir mis sueños, hasta que se hicieron a la idea que la música era lo que más me hacía feliz. Así que ahora estaban más interesados en saber que tan ocupado me tenía mi sueño. También hablamos de su trabajo, del de mamá y de los estudios de mi noona. Todo iba perfecto hasta que me hizo la pregunta. No quiso ser descortés o algo por el estilo dado que le dio vueltas al tema un rato hasta que me percaté de lo que era que quería preguntarme. Entonces, yendo al grano, me preguntó si había alguien que me gustaba. Sí, mi mente respondía. Y es un chico. Pero, por supuesto, cerré mi boca. Todo lo que me estaba sucediendo con Jin hyung no tenía más de un mes y medio. Ni siquiera yo sabía si de seguro me gustaban los muchachos. Me gusta ÉL. Aunque mi primer beso haya sido con mi hyung más grande, no soy gay. Seguí repitiéndome. Eso es repugnante y raro...Creo. Me decía para mis adentros. Y no quise decirle nada de lo que no estuviera yo seguro todavía. Sin embargo, no podía dejar de preguntármelo: y si yo fuera gay ¿mis padres me harían a un lado?¿estarían avergonzados de su propio hijo?  Mi mente estaba siendo bombardeada por todas estas preguntas a las que no tenía la respuesta y las que tampoco quería tener, realmente. Estaba seguro del miedo que sentía a sus reacciones por lo que decidí ignorar la pequeña interrogación y seguir hablando de otra cosa. Cualquier cosa, lo que fuera.

Al día siguiente me levanté muy temprano para hacer gimbap*, ya que íbamos de picnic al mediodía y cocinar era algo que hacía con mi mamá cuando vivíamos juntos. Era nuestro tiempo de calidad de madre e hijo. Cocinamos toda la mañana y al mismo tiempo me puse al día con ella. Por suerte, mi eomma no preguntó nada que me avergonzara responder. Ella conocía bien mis límites, esa era una de las cosas que más amaba de su personalidad y, de seguro, también extrañaba. Y así como así, el estrés de las últimas semanas desapareció, y otra vez me sentí normal.

La tarde paso rápido como el viento y decidimos cenar en un pequeño pero bonito restaurante. Elegimos Anga* por que era uno de los mejores de la zona y en el cual hacían la mejor parrillada coreana. Al ser honesto, salir a cenar una vez por semana era algo que hacíamos siempre. Pero con mi hermana viviendo en la habitación de la universidad los días de semana, pusimos una pausa a la tradición. Entonces, por los viejos tiempos, decidimos revivirla un jueves, aunque mi noona no estuviera allí con nosotros para disfrutar.

Luego de cenar, volvimos directo a casa a mirar una película. Eomma estaba haciendo aperitivos para mí y appa, mientras que nosotros elegíamos qué película valía la pena ver. Nosotros nacimos para ver películas de terror, pero, eventualmente, elegimos una de acción/drama por mi mamá.

- Entonces, hijo. Nunca respondiste mi pregunta- Oh, dios. Lo miré, intentando actuar lo más normal posible, a pesar de que mis mejillas se estaban volviendo calientes y rojizas y mis manos sudaban de los nervios. - ¿Tienes novia? o ¿hay alguna chica que te interese?

Mi mente sólo podía pensar en Jin hyung, aunque él no fuera una chica. -Sí.- dije firmemente - hay alguien que me gusta. Pero no creo que esa persona me vea de la misma forma-. No estaba mintiendo. Y aún dejando a un lado la reacción de Jin hyung al roce de las manos de Namjoon, realmente no creía que mi hyung fuera gay. Él sólo disfrutaba del masaje, tal vez un poco demasiado.

반말 (Sin honoríficos) - JinkookWhere stories live. Discover now