Pero eso jamás volvería a pasar. De ahora en adelante sería totalmente libre y podría llevarse a la boca cuantas gomas de mascar quisiera, a la hora que quisiera, donde quisiera, y ningún tonto Rector Gu se lo impediría.

-¿Qué esperan?, coman algo, necesitaremos toda la energía posible si planeamos llegar hasta la ciudad simplemente caminando.

-¡Eres el mejor, Jaemin hyung! -con una enorme sonrisa, y sin ningún remordimiento alguno, todos se lanzaron en busca de su dulce favorito, pareciendo tan desesperados como si no le hubieran dado de comer en semanas. Está demás decir qué dulces fueron los que Jisung eligió.

 Está demás decir qué dulces fueron los que Jisung eligió

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-¡Iuuu!, ¿qué es esto? -ya habían abandonado el dormitorio, dejando atrás todo lo ocurrido, todo lo vivido ahí; y ahora caminaban hacia algo totalmente nuevo y desconocido, sin dejar de ser emocionante. Todos voltearon a ver a Renjun, quien junto con Chenle, por ir jugando, se habían quedado unos pasos detrás.

Sin saber cómo, una masa extraña entre sólido y líquido se resbalaba sobre su cabeza hacia su rostro.

-¡Qué asco, parece un moco! -Jaemin se carcajeó.

-¡No quiero un moco en mi cabello! Hyung, ayuda -comenzó a hacer puchero, desesperado por quitarse eso tan asqueroso.

-Ren, tranquilo, no es moco, no existen los mocos rosas -Jeno acudió a su rescate, prestándole ese pañuelo que siempre llevaba a todos lados; siempre tan precavido y atento... "aburrido", en palabras de Haechan.

Con ayuda del pañuelo, Renjun pudo limpiarse un poco, pero no pasó ni un segundo cuando de pronto otra porción de esa cosa escurridiza lo volvió a atacar, y los lloriqueos no se hicieron esperar.

-No sé, pero creo que eso no es normal.

-¿El qué? ¿Que Renjun haga berrinche? -Jisung no podía creer que su hyung hiciera tal drama, él nunca se comportaba así.

-No, me refiero a eso -señaló la cosa viscosa; pronto, más porciones de eso comenzaron a caer, no sólo manchando a Renjun sino también a todos los demás, parecía como si de pronto una lluvia rosada y viscoza los atacara; Mark miró hacia arriba-. ¿El techo se está cayendo? -en la parte de arriba, unas muy largas tiras de aquel material caían, deformando la habitación-. ¡Corran! Debemos salir de aquí!

-¡Ahí está el portal! -gritó Jisung al divisar nuevamente la brillante luz que emanaba del portal, pero poco a poco se iba haciendo cada vez más pequeño, como si en cualquier momento fuera a desaparecer.

-¡Corran! -las fuertes pisadas que daban al correr era lo único que lograba escucharse dentro de la infinita habitación que en esos momentos se derretía cual helado en pleno verano.

-¡Corran! -las fuertes pisadas que daban al correr era lo único que lograba escucharse dentro de la infinita habitación que en esos momentos se derretía cual helado en pleno verano

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Esquivaban todos los pedazos que caían cada vez más rápido con el paso de los segundos. Debían atravesar el portal antes de que éste se esfumara justo enfrente de sus caras, no podían simplemente dejar escapar la oportunidad de huir ahora que ya estaban tan cerca, pero el brillo del portal se iba debilitando poco a poco, haciéndose un segundo más pequeño.

-¡Ay! -un gran trozo de esa masa viscosa había caído sobre Jisung, tirándolo al suelo, el cual también comenzaba a contraerse, haciéndole difícil poder desprenderse de ahí.

Todo a su alrededor se movía y se derretía, y ellos comenzaban a marearse, además, el hecho de llevar sus mochilas colgadas en los hombros les impedía moverse más rápido o con más agilidad con la que sus pequeños y delgados cuerpos contaban.

Sin dudarlo, Mark corrió a él, ejerciendo toda la fuerza que pudo, tirando de las pequeñas manos de Jisung, sin embargo, las manos de ambos temblaban y sudaban por el miedo y los nervios, lo cual les hacía más difícil el poder escapar más rápido de ahí.

-Olvídalo, sólo váyanse antes de que el portal se cierre -al percatarse de que no estaba funcionando, Jisung intentó soltarse del agarre de su hyung, no quería que sus amigos no pudieran escapar por su culpa.

-¿Estás loco?, todos nos iremos de aquí, no dejaré a nadie... y menos a ti -jaló con más fuerza, cayendo sobre su trasero-. No te dejaré, entiéndelo -se puso de pie para jalar una vez más-. Si te dejo aquí, ¿quién me dirá que soy un idiota cuando sea necesario?, ¿quién cuidará y se preocupará por nosotros como tú lo haces? -los chicos a su alrededor no pudieron quedarse ahí parados sin hacer nada, y uno a uno fueron formando una fila detrás de Mark, rodeando la cintura del que estuviera enfrente y jalando con toda la fuerza de la que fueron capases-. Prometiste formar una nueva vida conmigo, no te dejaré aquí, cumple tu promesa -su rostro se contrajo debido al esfuerzo que hizo, y todos cayeron hacia atrás, uno sobre otro.

Jisung yacía sobre el pecho de Mark, manchándolo de aquella cosa viscoza que casi se lo traga vivo. Fue inevitable no abrasarse, al tiempo que trataban de recuperar la respiración. Su manos dolían por la fuerza ejercida, pero ya estaba a salvo, a salvo con el chico con el que de ahora en adelante comenzarían una nueva vida alejada de aquel espantoso lugar, alejados de cualquier cosa que les impidiera ser felices.

-Oigan, ustedes, ¿pueden quitarse de encima?, sí, muy conmovedor, pero no es el momento de abrasarse, eso pueden hacerlo una vez que hayamos salido de aquí -el pobre Jeno no podía ni respirar por todo el peso que tenía sobre él; el muy desafortunado estaba siendo aplastado por sus seis amigos.

Apenados y a la vez agradecidos por la ayuda, se levantaron, volviendo a la realidad, recordando la situación en la que se encontraban, y en un abrir y cerrar de ojos, todos comenzaron a correr de nuevo, corriendo como si no hubiera un mañana... pero ellos sí tenían un mañana: un mañana diferente, completamente nuevo, un mañana emocionante, y no permitirían que ese mañana se escapara.

-¡Vamos, chicos, no se detengan! -estaban a menos de dos metros del portal, el momento había llegado.



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No prometo actualizar tan pronto como me gustaría :(

No sé cuándo, pero actualizaré.

Palabra de scout xD

(?

Come into my Dream [Mark & Jisung]Where stories live. Discover now