Capítulo 12: Mar de Adulaciones

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—"Wilde, ¿te sirvo un poco más?"

Nick, por cuarta vez, sacudió su cabeza en esa tarde. — "No, MacCuerno. Gracias de todos modos."

El rinoceronte, al escuchar esta respuesta, solo asintió levemente y se alejó murmurando en un tono burlón, —"como gustes".

Cuando el rinoceronte se reunió con todos los demás agentes que se encontraban en la recepción a solo unos cuantos metros de ahí, Nick siguió con su golpeteo de garras sobre la mesa.

Precisamente esta actitud se debía a aquella conglomeración de mamíferos, o mejor dicho, se debía aquella pequeña figura que poco o nada se distinguía de entre sus enormes compañeros.

A pesar de todo el bullicio y la confusión no estaba del todo seguro hasta que logro escuchar claramente esa risa, la cual Nick reconocería en donde fuera.

—'Al menos sigue con vida' —pensó Nick, en un intento de reconfortarse a sí mismo—. 'Y tal vez, probablemente, seguramente se está divirtiendo.' Este último pensamiento tenía el sabor de una mora algo inmadura.

—"¿Preocupado, Wilde?"

La pregunta surgió tan indiscretamente como el felino que la había dicho. Benjamín Garraza se sentó en el pequeño banco que se encontraba a lado del zorro (era todo un misterio como podía soportar todo ese peso ese pequeño banco) mientras sorbía un poco de una bebida tan colorida que parecía vomito de unicornio.

—"¿Qué te hace decir eso?" —pregunto Nick sin molestarse en mirar al felino.

—"Tal vez sea el hecho de que has estado sentando desde hace una hora" —le comentó—, "o quizá sea porque tienes la mirada de alguien que ha cometido, o que está a punto de cometer un asesinato."

—"Todo eso es evidencia circunstancial" —dijo el zorro un poco sorprendido. — "Tienes que hacerlo mejor si quieres inculparme... detective Garraza."

El leopardo sorbió ávidamente a través de su pajilla y encogiéndose de hombros. —"Creo que terminaras incriminándote a ti mismo, Wilde."

La forma en como pronuncio esas palabras intrigaron aún más al zorro, hasta el punto en el que Nick pensó que valía la pena darle una pequeña pista a su compañero. Pero, a diferencia de lo que él esperaba, Garraza no lo estaba mirando en absoluto; en vez de eso, el felino observaba más a allá de los hombres de Nick con esta tonta cara gordinflona suya.

—"La están devorando con los ojos" —dijo el leopardo. —"Me pregunto si quedara suficiente de ella para el final de la tarde."

—'¿Suficiente para quién?' —pregunta que Nick tuvo que callar cuidadosamente. Se encontraban en medio de un jugo de implicaciones sutiles, en donde tan solo una pregunta bastaría para derrotar a cualquiera de los dos. Él tenía que poner más atención.

—"Por fin la están empezando a apreciar" —dijo Nick, terminantemente, intentando no ver en su dirección. —"Resolvió un caso de secuestro en menos de veinticuatro horas ella sola, eso debe significar algo... supongo."

—"¿Qué mal que no la hayas podido ayudar, eh?"

Y de nuevo, la risa de Judy se escuchó a través de toda la recepción. Nick uso toda su voluntad para no mirarla, no quería decaerse aún más. —"Ella lo hizo muy bien aun sin mí"—Logrando apenas cubrir la amargura de sus palabras. — "Hopps es una buena policía."

Ella realmente lo era y lo que realmente le molestaba era ver como sus compañeros finalmente se daban cuenta de sus habilidades, solo por el hecho de haber resuelto este caso tan particularmente delicado y complejo ella sola.

—"Tal vez le deberías de decir." —le sugirió Garraza, dando un gran sorbo a su bebida. —"Yo creo que la harías feliz."

—"Mph" —Un pequeño rugido salió del diafragma de Nick el cual se tragó inmediatamente. —"Ella se ve bastante feliz."

Aun sin verla, su risa seguía atravesando sus orejas, como si de una campana se tratara.

—"No lo puedo negar."

—"Gracias Garraza. Ese es exactamente el tipo de comentarios que necesito." —El zorro salto del banco, resignado a enfrentar lo inevitable. No había manera de poder pasar desapercibido toda la tarde, en algún momento, Judy iría a buscarlo, así que tendría que estar preparado para darle la bienvenida a esa torpe coneja y elogiarla por su arduo trabajo.

Nick se aflojo su corbata y orgullosamente camino hacia ellos, en busca de su coneja favorita.

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—"... y luego, ¿Qué sucedió?"

—"Bueno, el... se puso en frente de mí, tenía al pequeño caribú amarrado en su brazo derecho, mientras que con su pata izquierda sostenía el cuchillo de cocina." —Judy se expresaba dramáticamente, en un intento de dar a sus compañeros una idea de la dicha escena. Aunque no estaba del todo segura que ellos pudieran ver bien sus expresiones.

—"El oso no se esperaba que lo encontráramos tan pronto, así que se volvió estúpido y violento."

— ¡Tienes razón Judy! —exclamo Francine, agitando su trompa. —"¿Qué sucedió después?"

—"No tuve tiempo de pensar" —afirmo Judy, —"solo salte y patee su pata derecha, con la que sostenía el cuchillo. Me las arregle para desarmarlo, pero de tan solo pensar si hubiera fallado..."

—"Un trabajo de acuerdo al manual" —aplaudió Jackson.

Judy sonrió levemente y agacho levemente la cabeza, intentando esconder la vergüenza que sentía causada por toda la inesperada avalancha de atención hacia ella.

Se encontraba en una situación inusual. Ella solo había hecho su trabajo como oficial de policía, nada más ni nada menos; sin embargo, todo el mundo la miraba, mejor dicho, era la primera vez que se fijaban en ella.

No estaba segura si se sentía adulada o muy incómoda dio un paso atrás. —"Discúlpenme, hum... creo que iré por algo de beber..."

Antes de poder pronunciar toda la frase, Francine ya se encontraba corriendo a la cafetería gritando demasiado entusiasmado —"¡Déjamelo a mí!"

Justo en ese momento Judy escucho esa irritante voz quejándose — "¡Ten cuidado con esas patas, Francine!" — levanto repentinamente sus orejas y se encontró a ella misma sonriendo sin siquiera darse cuenta. Esa voz... la reconocería en donde fuera.

—"¡Lo siento, Wilde! No te vi... "

—"No lo dudo" —dijo el zorro. — "Me pregunto a cuantos animales as enviado con el creador tan solo porque 'no los viste'"

Francine agacho la cabeza, preocupada, y murmuro algo inentendible antes de continuar hacia la cafetería.

—"¡Nick!" —Tan pronto como él entro en su campo de visión, Judy estuvo a punto de saltar sobre él. — "¿Dónde estabas?"

Ambos se sonrieron amablemente. — "Estaba teniendo una interesante conversación con Garraza sobre historia, oficial Hopps."

El verde brillo en sus ojos le sugería que al menos la mitad de esa oración era una vil mentira, pero Judy no quería saber cuál era esa parte.

"De todas maneras" —resumió, dirigiéndose a todos los animales que le rodeaban, — "por favor, discúlpenos queridos compañeros, pero la oficial Hopps y yo tenemos un asunto muy urgente el cual tratar. Nada serio, así que regresaremos en unos minutos."

Judy miro a Nick algo confundida. El solo le guiño un ojo y la rodeo con su brazo. "Disculpen, madame, por aquí por favor."

"Pero... "—protesto débilmente, —"Francine fue por algo para beber..."

"Eso solo significa que ella tendrá una bebida extra" —le contesto Nick mientras gentilmente la sacaba del circulo que sus compañeros había formado alrededor de ella. "O, tal vez, ¿acaso quieres que te dejara ahogar en ese mar de adulaciones?"

Esas palabras, susurradas a tan solo un respiro de ella, la hicieron sacudirse. Judy solo lo miro fugazmente y murmuro —"Sácame de aquí" —con un tono de ansiedad en su boca.

Zootopia - Relatos de un zorro astuto y una torpe conejaWhere stories live. Discover now