20. Juramento

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Hay demasiadas cosas personales y cargadas de sentimientos que sin duda saldrán a relucir en la plática, que a Riza le incomoda demasiado que los demás estuvieran a la expectativa. El comedor es demasiado silencioso cuando está cerrado y aquel rubio del cigarro pareciera especialmente fascinado por su persona.

Mustang le ofrece un lugar frente a él y un café caliente, pues la mujer no ha parado de tiritar desde que llega.

— Se pondrá peor dentro de unas cuántas horas —dice el de cabello negro cuando mira por la ventana y nota que ha empezado a nevar—. Por la razón que fuera, no has debido venir hasta aquí —ella lo nota visiblemente incómodo por todo lo que anteriormente sucediera entre ambos, incluso evita mirarle a los ojos.

—Antes de ser novios, fuimos amigos por mucho tiempo, además, mi padre te apreciaba como a un hijo y en su lecho de muerte me pidió que cuidara de ti.

Roy esboza una sonrisa al recordar al viejo Hawkeye— En realidad, él pidió que nos cuidáramos el uno al otro.

— Al enterarme de lo que estaba pasando con la salud de Edward imaginé que no lo estarías pasando nada bien; llamé a tu casa, a tu móvil y luego a la oficina; y entonces Maes Hughes me dijo dónde podría encontrarte. No dudé en venir porque estoy realmente preocupada, dejaste el cargo por el que tanto te habías estado esforzando y además, te fuiste de Central para terminar trabajando como camarero; sé que es un empleo digno, pero, es sólo que no creo que esto sea para ti.

— Anda, puedes decirlo: merezco todas y cada una de las cosas que me han pasado desde nuestra ruptura. Tu padre fue como un mentor al inicio de mi carrera y yo le fallé de la manera más vil. No cuidé de ti como es debido y terminé traicionando tu confianza.

— Roy, qué poco me conoces si piensas que estoy aquí para reprocharte o para sacar ventaja de la condición de Edward —avergonzado, Mustang mantiene la cabeza gacha, por supuesto que sabe que Riza no es ese tipo de persona, más bien, es como un reproche que necesitaba hacerse él mismo— ¿qué fue lo que pasó Roy?

Es curioso pero, cada vez que quiere olvidar, alguien aparece para hacerle recordar todo. Resignado, Mustang decide contarle, después de todo ella ha hecho un largo y cansado vuelo hasta allá porque realmente lo aprecia, aunque sabe de antemano que no lo merece— En resumen, me fue imposible permanecer en la "Elric's Company" después de que todo se supiera.

— ¿Van Hohenheim te hizo eso? —intuye la rubia mirando su parche.

— No directamente.

— Es igual. Debiste demandarlo —le dice Riza realmente enfadada, no quiere ni siquiera imaginar lo mal que lo ha pasado Mustang.

— ¿Para qué? ¿Para que me enviara a todo un ejército de abogados acusándome de pederasta?

— ¡Tenías la declaración de Edward a tu favor!

— ¡NO, NO LA TENÍA! —visiblemente exaltado nota que llama la atención de los demás empleados cuando su tono sube, pero su enojo consigue intimidarles lo suficiente como para que no tardaran en volver a lo suyo— Mira, muchas cosas han pasado desde eso. Las confesiones de Edward me dejaron realmente confundido, él... planeó separarnos desde el principio y... tenías razón, es un genio, un pequeño genio de la mentira y la falsedad que supo tejer muy bien su telaraña y me envolvió con su lujuria.

Riza niega ante sus palabras.

— Si me dejaste por él, es porque no me amabas lo suficiente. Yo no le guardo rencor a Edward Roy. Y creo que debes empezar a aceptar tu responsabilidad.

— No me mal interpretes, lo amé en ese entonces y lo sigo amando con la misma intensidad, jamás lo culparía por lo que pasó. Es sólo que a pesar de aceptarlo con todos sus defectos y virtudes... a veces me cuesta entenderlo.

Arrancarse el corazónNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ