Arrancarse el corazón

12. El anillo

Desde una ventana del edificio que corresponde a la preparatoria del Centro Educativo Bradley, se visualiza a la maestra Riza Hawkeye vigilando que sus alumnos hagan el ensayo que les pide unos cuántos minutos atrás, pero sin quererlo desde hace rato ella observa la escritura de alguien en especial. No es porque el chico fuese a rezongar por su calificación como siempre, ni porque tuviera que corregirle la ortografía, tampoco porque se ha acostumbrado a vigilarle muy de cerca, sino por el resplandor que emite la sortija de su mano izquierda.

"Se parece tanto a..., tal vez si..., podría ser que..., no, imposible. De seguro solo se trata de una coincidencia"

Como siempre Edward es uno de los primeros en terminar la tarea, se levanta y entrega su ensayo deliberadamente con la mano izquierda. Al hacerlo nota que su maestra mira con especial interés el anillo.

"Es sorprendente lo mucho que se parece"

— ¿Le gusta maestra? —el rubio de largos cabellos le tiende la mano para que pueda apreciarlo más cerca.

— Es una joya muy bonita Edward pero no deberías llevarla en ese dedo, ¿sabes lo que significa? —Riza retira la vista del objeto y acomoda el ensayo de su alumno en el escritorio.

— La estoy estrenando un amigo me la regaló, y viniendo precisamente de él, por supuesto que merece este lugar —la mujer vuelve a mirarle ante lo que escucha.

Edward goza cuando la ve palidecer. Sonríe de medio lado burlonamente y regresa a su lugar. Desde ahí observa cómo su maestra se pierde por unos instantes en sus pensamientos. La chica Rockbell está estudiando cada movimiento en ambos, pero espera hasta el descanso para hablar con su amigo.

— ¡Vamos Ed! dime la verdad ¿qué fue lo que le dijiste a la maestra? —la muchacha pregunta mientras trata de dar alcance a un Edward bastante apurado.

— Te repito Winry que solo miraba mi anillo.

— No creo que la maestra se haya puesto así solo por un anillo, nadie se pondría así por un anillo.

— A menos que supieras que ese anillo es el que tu novio compró para comprometerse contigo... —Edward se detiene— ...y que extrañamente ha ido a parar en otras manos.

— ¿De qué estás hablando? —los grandes ojos azules de la chica lo miran con desconcierto.

— Te dije que por echar a la basura mi proyecto de Alquimia esa bruja me las iba a pagar.

Su amigo se da vuelta para retirarse pero la rubia lo detiene tomándole del brazo y dándole vuelta de nuevo.

— Edward ¿qué has hecho?

— Todavía lo estoy haciendo Winry y créeme cuando te digo que este es solo el comienzo.

Zafa bruscamente su brazo del agarre y sigue su camino tan deprisa que la chica no alcanza a reaccionar.

Después de lo que ocurre con Edward, a Riza se le hace muy difícil concentrarse en lo que queda de su jornada. Las cosas no mejoran cuando sale de la escuela. Al caer la noche, observa cada rincón de su casa sin prestarle atención realmente. No hay mucho que ver en realidad, la decoración es simple de estilo minimalista y además es pequeña porque hace mucho que vive sola. De pronto esa sensación de soledad que hace mucho no sentía le invade y no le abandona, fija su vista entonces en la pequeña biblioteca ubicada a un costado de la sala, imagina a Roy buscando con especial interés los libros de Alquimia de su padre. A él siempre le atrajo ese tema, siempre le gustó, pero desde su nuevo empleo que no se para ni cerca de esa biblioteca.