Te necesito, ¿Y tú?

Ascenso

(Capítulo sin editar)

            

-Felicitaciones, Contraalmirante Foster- el Presidente le estrechó la mano a Jack luego de concretar el asenso.

-Muchas gracias, Señor- Jack hizo el clásico saludo militar elevando su mano hasta su frente.

Todos los presentes nos levantamos de nuestros asientos y aplaudimos. El presidente me indicó que me acercara hasta ambos y al hacerlo Jack entrelazó su mano con la mía; lo mismo hizo el presidente con la Primera Dama y los camarógrafos empezaron a fotografiarnos. El mandatario y su esposa se acercaron a nosotros y estrecharon nuestras manos y se dispusieron a retirarse del salón escoltados por agentes del Servicio Secreto.

-¡Emma!- alguien llamó, me giré para ver de quién se trataba.

-¡Benson!- jalé a Jack hasta donde estaba el agente y al llegar lo abracé.

-¿Cómo estás?- preguntó riendo mientras me estrechaba en sus brazos.

-Como podrás ver: excelente- me aparté y le indiqué a Jack-. Benson, te presento a mi esposo: Jack Foster- Jack estrechó su mano-. Cariño, él es el agente Benson, era el encargado de mi seguridad luego del nacimiento de Thomas hasta que terminó la guerra.

-Un gusto conocerle, agente Benson- le dijo Jack.

-Igualmente, Contraalmirante.

-Sí, aún no me acostumbro- confesó Jack.

-Tendrá tiempo, Señor- era raro escuchar que llamaran con tanta formalidad a mi esposo.

-Gracias por cuidar de mi familia, Agente.

-Sólo cumplía con mi deber.

-Aún así, muchas gracias- Benson asintió.

-Bueno, se me ha encomendado guiarles al avión que espera por ustedes.

-¿Un avión?- dudé mirando a Jack para que me explicara.

-Sí, cariño, es una mera formalidad, para prevenir.

-¿Prevenir qué?- alcé una ceja.

-Represalias de antisociales. Nos llevarán a donde quieras.

-Perfecto- sonreí-, no suelo estar tantas horas sin ver a Thomas.

-Por cierto, ¿cómo está el pequeño?- preguntó Benson-

-Muy grande- respondí-. Sé que le alegraría verte.

-A mí igual me alegraría verle, han pasado muchos meses.

-Sí, bastantes.

-Bueno, es momento de irnos- anunció el agente-. Contraalmirante, señora Foster, síganme por aquí- indicó el pasillo principal y nos instó a caminar.

Con dificultad recorrimos el lugar lleno de periodistas que querían registrar nuestras impresiones sobre el nombramiento de Jack y saber cuáles serían sus primeros pasos dentro de la Naval. Benson y su equipo hicieron un gran trabajo abriéndonos camino hasta el patio trasero del Pentágono, donde nos esperaba un helicóptero que nos llevaría hasta el  aeródromo privado del gobierno para abordar el avión.

-Jack- le hablé cuando ya estábamos en el helicóptero.

-¿Si?

-¿Por qué habrían represalias contra ti?- alcé la voz para que me escuchara por sobre el clásico ruido de un helicóptero.

-Porque soy joven y por mi participación en la guerra.

-Eso es una estupidez, toda la marina tenía que estar en la guerra.