EPÍLOGO

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Han pasado 6 años desde la muerte de Daniel para ser concretos. Psicologicamente creo que aún ninguno lo hemos superado ni creo que lo hagamos. Ahora mismo vivo con Jesús desde que paso todo, acabe cogiendo una enorme depresión de la que me recupere hace dos años y no estaba totalmente centrada para cuidar a solas a Pol, y aunque ahora ya estoy "bien" preferimos seguir viviendo juntos.
El niño está enorme no lo siguiente y se lleva genial con su tío, están todo el día juntos ya que yo he encontrado trabajo en una empresa y llego tardisimo a casa.
No me puedo quejar de lo que tengo hasta ahora, salvo no tenerlo a el.
En cuanto a lo demás, todo sigue igual, la madre de Jesús me a ayudado muchísimo durante estos años y estoy plenamente agradecida.

Ahora mismo me encuentro camino a casa, són las ocho y media, seguramente estarán haciendo la cena y poniendo la cocina pérdida mientras hacen tonterías como cada día, suelto una pequeña risa al recordarlo y saco las llaves de casa, las introduzco en la rendija y la giro.

-Ya a llegado mama -escucho al pequeño venir hacia la puerta y me llevo la mano a la cara al verle- Estábamos haciendo un pastel -me rio junto a él y aparece jesus-

-Pastel para cenar? -me agachó y le doy un beso en la mejilla-

-De postre -le defiende jesus- Como estas? -No me deja contestar ya que Pol interviene en la conversación-

-Mama jesus te a comprado algo -le señala y el niega con la cabeza- Es verdad hemos ido por la mañana.

-Lo has comprado tu -el pequeño niega y desaparece junto a Jesús dirección al comedor-

-Cierra los ojos -obedezco a Pol- Dame la mano -extiendo la mano derecha y diposita algo en ella- Abrelos -una pequeña caja de color blanco ocupa la palma de mi mano, la agarró y le miro-

-Que habéis echo? -me siento en el sofá mientras río-

-Tienes que abrirlo -rompo el papel que envuelve mi supuesto regalo y abro la caja encontrando un bonito anillo de oro blanco- Jesús, porque?

-A sido el -señala a el niño-

-Mentira -se defiende- Me has dicho vamos a comprarle un regalo a mamá. Entonces hemos ido

Voy hacia jesus y le doy un fuerte abrazo mientras le doy las gracias por todo. Nos quedamos varios segundos mirándonos a los ojos, me recuerda tanto a el, sus mismos ojos, la misma sonrisa, su misma perfecta boca, dirijo mis ojos hasta sus labios hasta que noto a mi pequeño justo debajo nuestro, Jesús se agacha y lo alza hasta dejarlo a nuestra altura.

-Somos como una familia, no mama? -me pregunta mientras toquetea el pelo de si querido tio-

-Somos una familia Pol, lo somos

Les abrazo a los dos y sin pensarlo dos veces beso a Jesús.

FIN

Ahora si que si se acabó, no se me había ocurrido ni mucho menos hacer un epílogo, me lo a propuesto una chica muy maja  (Cata2476) y tras pensarlo un poquito y dicho porque no? Y aquí está, esta vez a acabado bien, aunque no sea con Daniel. Decirme en los comentarios que tal y os iré contestando.

SIMPLE ATRACCIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora