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Bajo del coche junto a el. Y comenzamos a andar hacia la puerta de su enorme mansión.
Abre la puerta principal rodeada de guardaespaldas, y entramos al jardín, pasamos por el camino de piedras hasta llegar a la puerta principal. La abre y se escuchan unos tacones y aparece Adonaya por el recibidor.

-Dani donde estabas, llevo llamándote todo el día. -se acerca a el y lo abraza- Te he echado de menos -le sonríe y el ni se inmuta- Que hace esta aquí? -le susurra al oído-

-Esta se llama Emma y a venido para hablar contigo -me mira fijamente y niego disimuladamente- Venga emma

-No solo es que... -me pienso que decir y veo como le besa, y justo aparece su hija-

-Papa, te echaba de menos -me sorprendo al ver a una niña casi adolescente abrazando a Daniel-

-Y yo a ti Mónica -la abraza sin dejar de mirarme-

-Bueno Emma, me dice ya lo que me quería decir tengo cosas que hacer

-Ah si -trago saliva mientras los tres me observan atentamente- Que tienes un gran marido, no dejes que te lo quiten Adonaya -sonríe satisfecha mientras le abraza por la cintura- Me voy, ya nos veremos por la empresa -camino hacía la puerta y escucho a Daniel-

-Espera Emma, te llevo esto esta lejos. Ahora vuelvo chicas -les da un beso en la cabeza y me sigue- Porque has he echo eso? No te atrevías -me dice mientras arranca el coche-

-No soy tan mala como para hacerte eso, y encima con tu hija delante, que parece que se entera de todo, con la edad que debe tener

-Que insinúas? Esa no es mi hija -se rie-

-Como que no? Si te a dicho papa -le miro fijamente-

-Esa hija es de la anterior pareja de Adonaya, tiene 16 años, ella siempre me a considerado su padre pero no lo soy. Yo lo soy de Lorena que tiene 4 años

-Ah...Casi va a tener mi edad -me río-

-Cuantos tiene usted? -contesta frío-

-Hice 18 hace poco -muerdo mis uñas nerviosa-

-Eres un poco joven no? Nos llevamos bastantes años

-Seis para ser concretos. Y si nos llevamos bastantes. -vuelvo a morder mis uñas-

-Lo hace con frecuencia? -me pregunta sin apartar la vista de la carretera-

-El que? -respondo nerviosa y señala mis uñas- Solo cuando...Digo no

-Cuando esta nerviosa -me mira rápido y se concentra de nuevo en la carretera- Te puedo invitar a cenar?

-Que? No, ni de coña -me niego rápidamente-

-Dime un porque

-Porque no y punto -para enfrente de mi casa-

-Porfavor, sin drogas por el medio simplemente una cena. -muerdo mi labio indecisa y acabo suspirando-

-Esta bien -sonríe satisfecho y aparca-

-Porque aparcas?

-Porque voy a ir a tu casa. Hasta la noche -salgo del coche sabiendo que me esta siguiendo-

Entramos en casa y hago algo de comer mientras que Daniel chafardea mi casa.

-Es pequeña, pero bonita -entra en la cocina-

-Bueno, lo suficiente para vivir yo sola.

-Porque estas sola?

-No me gusta hablar de mi vida, lo siento -nos sentamos en la mesa y acabamos comiendo en silencio-

...

SIMPLE ATRACCIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora