Hago como si no lo he escuchado y sigo andando de puntillas hacia la puerta.
-Emma un momento -escucho pasos hacia mi y me paro- A donde vas?
-A mi casa? -respondo sarcástica-
-Pero tendremos que hablar, no?
-De que? Sorprendeme de que tenemos que hablar? De que lo hemos yecho? Que pena que no lo recuerde, verdad?
-Te lo puedo explicar
-El que me tienes que explicar. Ya no me sorprendes Daniel
-Primero deja de llamarme Daniel vale?
-Es tu nombre. Sino como te llamo. Además no quiero hablar contigo, no quiero ni verte
-Déjame explicártelo. Yo simplemente quería que lo pasáramos bien, eso es todo.
-A que punto quieres llegar? Dilo directamente o me voy
-Me pase con la dosis. No queria pasarme, solo quería hacer que te divirtieras.
-Estas insinuando que -trago saliva- Me drogaste -asiente cabizbajo- Me drogaste para hechar un polvo.
-No quería llegar a ese punto, te lo juro.
-Mira, me das asco. Olvídame y no me vuelvas a hablar. Y que sepas que se lo pienso contar todo a tu apreciada mujer, para que sepa el marido que tiene. Y no te preocupes no vas a tener la obligación de echarme. Porque me voy yo -abro la puerta y me coge el brazo antes de salir-
-Emma no puedes irte -me dice mientras mantiene la mirada fija en el suelo-
-Y eso quien lo impide. Tu?
-No, el contrato
-Mira me da igual. Lo único que quiero es que no me hables más vale? Y ya esta se acabó nuestra conversación
Salgo de la habitación, aun con los zapatos en la mano y bajo hasta la última planta, me los pongo antes de salir. Hago una mueca de dolor y salgo hacia la calle. Comienzo a andar y paso por delante de casa de Lidia, recuerdo que se me olvido la ropa y le pico
-Quien es? -pregunta ronca por el telefonillo-
-Lidia soy Emma me puedes abrir -empujó la puerta y voy hacia su casa-
-Que haces aquí? -bosteza y se frota los ojos-
-Venía a por mi ropa
-Ah si, esta en mi cuarto -subimos y me comienzo a vestir- Bueno y que tal a ido? -se sienta en la cama-
-No quiero hablar de eso -me acabo de vestir y me recojo el pelo- Me voy a mi casa. -le doy dos besos y comienzo a bajar la escalera-
-Enserio no me vas a decir nada? -me sigue-
-No tengo porque. La estupidez que cometí prefiero recordarla yo sola. Y eso de recordarla lo veo complicado -abro la puerta- Gracias por dejarme el vestido
-Bueno pues ya hablaremos -se encoge de hombros y salgo-
Ando hacia mi casa y en la portería veo sentado a Daniel. Suspiro y voy hacia el.
-Tu no me entiendes cuando te hablo verdad
-Puede que no quiera entenderte -se levanta y pone su mano en mi cara-
-Que no me toques -le aparto la mano- Me das asco, eso tampoco lo entiendes
-Porque me atraes tanto a pesar de como me tratas -se muerde el labio y ruedo los ojos-
-Porque eres masoca. No se yo me lo haría mirar -saco las llaves y abro la puerta- No entres -le empujo-
-Quiero estar contigo -me agarra la mano-
-Uy, que pena que yo no -le suelto y comienzo a subir las escaleras, hasta la cuarta planta-
-Admite que te pongo -me acorrala en la puerta-
-Si te digo que si me dejaras? -niega- Entonces no -le respondo mirandole a los ojos-
-Anoche no decías lo mismo -me giro dandole la espalda y abro la puerta- Ahora no dices nada -entra y le empujo-
-No entres. Porfavor déjame en paz te lo ruego -le suplico-
-Quiero que vayas a explicárselo a Adonaya
-Que?
-Lo que oyes.
-Porque quieres eso?
-Porque tienes razón -mete las manos en sus bolsillos-
-Bueno vale
-Pues vamos
Cierro la puerta y bajamos las escaleras hasta llegar a su coche. Me siento en el asiento del copiloto y el en el otro. Abrochó mi cinturón y arranca el coche hasta llegar a su casa.
+VOTOS+COMENTS Y SIGOO
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SIMPLE ATRACCION
FanfictionEmma Hernandez una chica de tan solo 18 años, sola, sin familia, sin amigos. Daniel Oviedo, 24 años, casado, con hijos, un futuro estable. Simplemente se atraían o es amor verdadero?