Emma Hernandez una chica de tan solo 18 años, sola, sin familia, sin amigos.
Daniel Oviedo, 24 años, casado, con hijos, un futuro estable.
Simplemente se atraían o es amor verdadero?
Me cuelgan y me quedo mirando el móvil sin comprender nada. Acabo por escribirle un mensaje a Lidia preguntandole
-Lidia, el numero de daniel es este 628...
-De Oviedo?
-Emm si...
-Si es ese. Pasa algo?
-Esque he llamado y dice que me he equivocado
-Pues es ese. Llámale otra vez.
Agarro el telefono de casa y llamo a ese número.
-Si?
-Oviedo soy Hernández
-Dígame
-La cena sigue en pie? -cierro los ojos esperando una respuesta-
-No me había dicho que no quería que nos vieran juntos
-Ya pero me da igual
-De acuerdo. Venga a mi casa
-A su casa? -tragó saliva-
-
-Si, esta comenzando a llover y no tengo muchas ganas de salir. A las nueve tendrá un coche en la puerta -cuelga-
Dejo el teléfono Sobre la mesa y voy hacia mi cuarto. Me doy una larga ducha y a los 20 minutos salgo. Me seco el pelo y me lo recojo dejando un mechon justo al lado. Me visto con un tejano negro un top del mismo color de tirantes y una chaqueta fina. Me maquillo con un poco de rimel y me pongo unas botas de tacón.
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Cojo mi bolso y guardo lo necesario. Me asomó por la ventana y veo a un coche negro en mi puerta. Observó la distancia que hay de la portería a mi casa y decido salir sin paraguas. Bajo las escaleras lentamente. Y voy hacia la puerta, veo como el hombre se baja del coche con un paraguas y se acerca a mi acompañándome hasta el coche. Me siento y el arranca dirigiéndome hasta su casa. Bajamos y hace lo mismo hasta llegar a la puerta, pica y a los pocos segundos abre daniel.
-Buenas noches Emma -me da dos besos- puedes dejar el abrigo aquí -lo dejo y le sigo- Adonaya, Monica bajar -les grita y a los pocos segundos aparece su hija-
-Hola -dice sonriente- Soy Mónica -me da un abrazo y sonrió- Me encanta tu chaqueta -dice mirándome de arriba a bajo-
-Gracias -le sonrió-
-Buenas Emma -me dice Adonaya bajando las escaleras- Puedes pasar -dice seria-
-Si claro -camino hacia el salón- Dani tú no tenías una hija?
