Emma Hernandez una chica de tan solo 18 años, sola, sin familia, sin amigos.
Daniel Oviedo, 24 años, casado, con hijos, un futuro estable.
Simplemente se atraían o es amor verdadero?
Me quedo callada mirando al suelo, mientras jugueteo con mis manos.
-Emma -miro hacia arriba-
-Que?
-Me has escuchado
-No quiero escucharte Daniel. No quiero problemas con nadie y menos con tu mujer vale? Así que olvídate de todo si?
-Pero... -le interrumpo-
-Daniel ya esta, vale. Te puedes ir, porfavor.
-Emma, pero di algo.
-Te digo que te vayas -le señalo la puerta-
-Mañana te veo en la oficina -se dirige a la puerta y sale-
Le ruego a lidia que se marche que quiero descansar y así lo hace. Cierro la puerta con llave Suspiro y me preparo algo de cenar, me acabo la manzana y me estiro en el sofá a ver la tele, hasta que me duermo.
...
Despierto a causa del despertador que suena en el comedor, lo apago y veo que son las siete, me levanto y me preparo un café, lo dejo haciéndose y me doy una larga ducha. Sacó mi ropa del armario, y me visto, me seco el pelo, lo aliso y me bebo el café, me acabo de maquillar y salgo de casa. Llego a la oficina y entro, saludo a Lidia y voy hacía mi despacho. Lo ordenó todo un poco y comienzo a trabajar con lo que Lidia me a dejado sobre la mesa. A las once bajo a la cafeteria y cojo mi desayunó y me siento en una mesa. Al rato veo que entra Lidia y coge su desayuno, se acerca a mi y se sienta conmigo.
-Que tal la mañana? -le pregunto mientras doy un sorbo a mi batido-
-Asquerosa -se ríe- A Daniel me dado una cosa para ti -coge su bolso y saca un sobre-
-Que es esto? -le preguntó mientras lo cojo-
-No lo se. Solo a dicho que cuando te viera, te lo entregara
-A esta bien. Vamos a abrirlo -desgarró el sobre-
-Sera mejor que lo leas tu sola no?
-No importa, tengo confianza eres la única que me cae bien aquí -le sonrió y me devuelve la sonrisa-
-Bueno pues ábrelo -continuó abriendolo y saco el papel de dentro- Léelo
-Te espero en el hotel... A las nueve y media, habitación 397. No me falles
-Sin palabras -se ríe y da un sorbo a su café- Iras -se limpia con cuidado los labios-
-Ni loca -me río- No pienso ir
-Igual es para algo importante -se encoje de hombros-
-Te digo yo que no
-Puedes ir y si no te gusta de lo que se trata pues te vas y ya esta. Igual es una cena de negocios o algo por el estilo
-Bueno puede ser -agacho la mirada indecisa- Que no, no pienso ir.
-Venga Emma, no pierdes nada, por ver lo que quiere
-Esta bien -soplo- Pero es que ni si quiera tengo ropa decente para ir a ese lujoso hotel
-Pues yo te veo venir muy mona y elegante a trabajar
-Simplemente me has visto dos dias -me cruzo de brazos-
-Pues entonces, antes de que te vayas espérame, te dejaré algo.
-Déjalo Lidia, no importa ya vere que hago
Me levanto de la silla y salgo de la cafetería, dirección a mi despacho. Acabo todo lo que tenía que hacer y veo que ya es hora de que me marche, recojo mis cosas y salgo cerrando con llave. Bajo hasta la última planta y salgo de la empresa
-Emma espera -grita una voz femenina a mis espaldas-
-Lidia te dije que no hacia falta
-Da igual, venga vamos al coche
Le sigo hasta su coche y me subo en el asiento del copiloto, hablamos hasta llegar a su casa, donde aparca en su garaje. Salimos y comemos algo que prepara sus asistenta. Vamos hacia su habitación y comienza a sacar ropa.
-Y este? -saca un vestido blanco precioso, niego- Emma, llevamos tres horas y aún no sabes ni que ponerte
-Ves, esto es una señal para que no vaya
-No digas tonterías simplemente aun no te a llamado nada la atención. Aunque podría llamarte algo porque son las siete de la tarde.
Me acerco a su armario y Rebusco entre los pocos vestidos que le quedan dentro y me llama la atención uno. Lo saco y lo observó, negro de tirantes, escotado y de vuelo. Me gusta.
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-Creo que este -se lo enseño y suspira-
-Por fin -alza las manos- ves a ducharte -señala el baño-
-Pero no me voy a mi casa?
-No hay tiempo. Y yo tengo de todo así que dúchate
Le hago caso y me ducho. Salgo y me comienza a alisar el pelo y a maquillar. Me comienzo a vestir con un conjunto de ropa interior que tenía nuevo Lidia y el vestido que elegí junto a ellay los tacones de aguja negros.
-Perfecta.
-Creo que volveré rápido -me río-
-Porque? -me entrega un bolso a juego-
-Porque no será una cena de negocios ya lo verás...
Acabo guardando todas las cosas en el bolso y Lidia me lleva hasta el hotel. Abro la puerta del coche y la miro.
