conviviendo | 2 temporada.

La capacidad de lastimar.

No podía siquiera imaginarlo, él chico más popular y bondadoso del colegio se encontraba tirado en la cama hecho un mar de lágrimas y mentía si decía que aquello no le importaba o que lo disfrutaba siendo que debía hacerlo después de toda la mierda que Ian le hizo pero no fue así de manera silenciosa y lenta como si estuviese ocultándose de alguien dejo sus zapatillas al lado de la puerta, con total tranquilidad se acostó al lado del castaño quien al rato ya se encontraba acurrucado contra su cuerpo lamentándose por lo mala persona que era cuando realmente no era así.

Emily lo sabía todo, sabía la manera en la cual Ian actuaba y el porque de su malestar, solo ella sabía que el chico no estaba del todo conforme con su aspecto físico y que eran pocas las veces en las cuales se le veía sonriendo por su físico lo cual para todos era el más deseado pero él no lo consideraba así, quería más, siempre quería más.

También estaba el hecho de que quería ser el orgullo de su padre y que este sonría cuando lo viera con un enorme diploma en su mano siendo graduado o con un uniforme de doctor salvando vidas, quería que su padre le sonriera orgulloso y le dijera que lo logro con su propio esfuerzo pero era tan poca la fe que se tenía que a esas estancias él pensaba en todo el error que cometió al dejar a la chica más hermosa que había conocido todo por el simple hecho de que no se sentía seguro de si mismo e imaginar que Emily merecía algo mejor y seguía pensando en ello pero no lo podía negar, la necesitaba para ser feliz.

—¿Crees que él estará orgulloso si yo vuelvo contigo?—Emily no respondió por un largo tiempo, uno en el cual analizo la situación y el hecho de que Ian le haya preguntado eso, le hacía tan mal el hecho de pensar que Ian había estado por tanto tiempo con ella solo para descubrir si su padre se enorgullecería de ello.

—Creo que eres un imbécil, que vives bajo los pantalones de tu padre y estás mandando todo lo que vivimos a la mierda por el simple hecho de que quieres que tu padre este orgulloso.. Por el hecho de que dudas sobre tu físico. Y también pienso que todo lo que te esta pasando ahora te lo mereces. —Sus palabras fueron duras pero Ian no la culpo, si lo merecía.

Merecía que ella lo culpara de todo e incluso que lo escupiera, dejo a alguien que ama tanto solo por ser inseguro y ahora estaba arrepentido de ello.

Aurora dejo las dos tazas de té sobre la mesa de luz que daba a decoración en su habitación y acto seguido le sonrió a Chris, amaba esa clase de silencio que se formaba entre ellos porque en vez de ser incómodo era paz, la paz que Aurora siempre necesitaba luego de un día tan agotador como lo era ese.

—H-hoy le pregunté a mi padre que opina sobre los homosexuales. —Soltó el joven de la nada y Aurora con emoción dejo la taza sobre la mesa para así prestar toda su atención al chico.

—¿Y que dijo?

—Él opina que todos son un adefesio de la naturaleza.

Aunque esas palabras provocaran que Jack llorara y se rompiera en aquel momento fue exactamente todo lo contrario, un fuerte dolor en el pecho de Aurora se hizo presente al solo imaginar que existieran personas que aún pensaran que la homosexualidad era algo anormal.

Quiso abrazar a Chris pero este al impedírselo la obligo a responder la llamada de su celular el cual comenzaba a sonar, tomó de este y lo puso en su oreja.

—¿Hola?

—Nunca te pido nada y se que no tengo la necesidad de hacerlo ni tu de escucharme pero necesito un oído, el oído de alguien que me desprecie.. Quiero hablar contigo.

Aurora rodó los ojos, otra vez estaba en medio de las tonterías de Ian.