Padres.

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Anonimo's Pov 

Chris colgó del teléfono y se despidió de la directora con una simple sonrisa de lado antes de salir de la dirección siendo esperado por sus amigos quienes estaban con el corazón en la mano al verlo de aquella manera por una simple llamada de su padre, sus cejas elevadas y la vena de su frente avisaban que había pasado algo y quizás ello era bueno o era malo, todos sospechaban que se trataba de algo malo.

— ¿Y que paso? —se animo Jack a preguntar acercándose a su mejor amigo quien se encogió de hombros antes de tomar su mochila la cual se encontraba encima del sofá.

— Papá también duda sobre mi sexualidad y es por ello que me pregunto si tenía alguna novia secreta, le dije que sí —choco la palma de su mano contra la pared y observo a Aurora quien rodó los ojos antes de soltar un suspiro.

Ella era la única soltera en el grupo y era por ello que era la única que podía encargarse de hacerle aquel favor a Chris. Se sentía culpable de una u otra forma porque sabía que Jack si tenía sentimientos hacía Chris pero aún así lo haría por el simple hecho de que Chris era su amigo y la necesitaba.

— Joder ya era hora que la come libros probara la saliva de un ser humano —se burlo Ian haciendo que Aurora se sonrojara y esta en venganza golpeó su hombro.

La mirada de Emily se poso en ella ante aquella acción y nuevamente estaban en aquella situación, una realmente incómoda en la cual Ian tan solo miraba a ambas chicas comerse con la mirada. Le gustaba el hecho de saber que su chica se ponía celosa por Aurora y que Aurora le siguiera el juego demostrando día a día que tenía fantasías con él.

— Mejor busca tu mochila que nos vamos —le ordeno Chris a Aurora.

— Ahg —rodó los ojos malhumorada y tomó su mochila para así seguir al castaño quien junto a Jack se subieron a la camioneta seguido de ella.

— ¿Y tú tienes planes para hoy? —susurro Ian al oído de Emily haciendo que esta se separara unos simples milímetros de su cuerpo.

— ¿Acaso estás invitándome a algo?

— Podríamos quedarnos en tu habitación y comer algo, ya sabes.. Como en los viejos tiempos.

— Me parece una muy buena idea —este le sonrió de oreja a oreja sabiendo que esa era la debilidad de Emily, está tomó sus mejillas antes de robarle un fugaz beso.

— Esa sonrisa me la dedicas solo a mí ¿okay? —Ian soltó en carcajadas pero luego al ver lo seria que estaba la pelirroja tan solo asintió levantando sus brazos.

*

— Ya llegamos —aviso Chris apagando el interruptor de música del auto, Jack bajo del mismo seguido de él quien con una sonrisa cerró la puerta y Aurora como toda respetuosa decidió guardarse la sonrisa para otra ocasión.

— Suerte con lo de tu papá —bajo la cabeza Jack pero esta fue subida por Chris quien le sonrió al instante.

— ¿Te paso a buscar mañana?

— Si no es molestia.

— Deja de decir idioteces, nunca serás una molestia, eres mi mejor amigo —esas palabras hicieron que los ojos de Jack se iluminaran de sobremanera pero reaccionó ante la palmada que le dio su mejor amigo en el hombro indicándole que ya se iría y eso hizo.

Por unos instantes se quedo quieto analizando la situación pero luego se decidió a entrar y al hacerlo se encontró a su padre quien estaba ordenando la casa, él y la limpieza iban siempre de la mano.

— Buenas tardes, papá —le sonrió al castaño y este se acercó a su hijo para así dejar un beso en su frente.

— ¿Qué tal estuvo tu día hoy, campeón?

Miro por unos minutos a su papá pensando en como reaccionaría cuando le contase que estaba enamorado, sabía que lo aconsejaría y lo abrazaría a más no poder porque Bruno siempre decía que el estar enamorado era una de las sensaciones más hermosas en el planeta tierra pero estaba en duda sobre si decírselo o no por un solo motivo; miedo a ser rechazado por su propio padre.

— Papá.. ¿Tú que opinarías si a mi me gusta a alguien?

— Me pondría muy contento.

— ¿Y si ese alguien es un... Chico? —cerró con fuerzas sus ojos y se cubrio a si mismo imaginando que su padre lo golpearía aunque eso fuese posible porque si algo era su padre era un ser pacífico.

— Estaría muy orgulloso de que puedas decírmelo con total orgullo —esas palabras provocaron una sonrisa de oreja a oreja en el rostro de Jack quien con los ojos completamente iluminados miró a su padre.

— ¿Quién es él?—preguntó.

— Se llama Chris.

— ¿Es ese chico que ha venido a casa?

— Yep.

— Jackie solo voy a pedirte un favor que espero que guardes por siempre porque me harías muy feliz a mí y a tu madre porque se que ella hubiese querido esto, no dejes que nadie te pisotee por tener gustos distintos.. Lastimosamente vivimos en una sociedad en la cual por enamorarte de alguien son capaces de escupirte hasta borrarte del mundo.

Jack miró con una ladina sonrisa a Bruno quien ya se encontraba al borde del llanto y era lo más normal para Jack, se había acostumbrado a que su padre se pusiera de aquella manera al mencionar el nombre de su madre pero sabía que no era del todo por eso.. Según su padre le había contado había existido otra mujer la cual lo había abandonado.

— Gracias papá y yo voy a pedirte otro favor inmenso.

— ¿Cual? —tanto su voz como sus manos se habían calmado.

— Cuéntame sobre esa mujer.

Lo analizo, lo pensó diez veces antes de hablar pero decidió que aquel era el momento indicado, debía preparar a su hijo para cuando él no estuviese.

— Su nombre es Micaela, lo nuestro sucedió hace mucho tiempo pero aún la recuerdo porque como ya te había contado ella creo algo en mí que ninguna otra chica hizo pero un día solo se marcho con su hermana y no volví a verla más —no quiso dar más explicaciones y eso Jack lo comprendió así que tan solo se quedo en silencio y le dedico una sonrisa a su padre sabiendo lo tanto que lo calmaba que le sonriera y le demostrara que era feliz y estaba orgulloso de él.

*

— Ella es mi novia, Aurora —tomó sus caderas y la jalo de manera suave hacía su cuerpo para que así la rubia se pudiese presentar a su padre, una sonrisa ladina y ese fue la gota que derramo el vaso.

Finalmente pudo ver la sonrisa de orgullo de su padre al saber que no era un adefesio de la humanidad porque Nacho podía ser lo que quisieran e incluso podía ser el mejor padre de todos pero el ver a su hijo con alguien de su mismo sexo sería algo que no podría aceptar aunque quisiera.

*

— ¿Deseas que te sirva algo para tomar? —pregunto Micaela sentándose en el sofá delantero.

— No muchas gracias —respondió Ian antes de rascar su nuca.

— Mi niña tiene muy buenos gustos, eres un joven muy apuesto.

— Podría estar con algo mejor.

— Emily te adora, espero que no la lastimes porque te estoy dando a mi vida para que puedas protegerla —lo advirtió con la mirada y este quiso decirle algo pero lo interrumpió el hecho de que Emily ingresara a el living interrumpiendo aquella conversación.

Emily lo abrazo con tantas fuerzas que la respiración en su momento le falto y fue allí en donde Ian se dio cuenta que él no era lo suficientemente como para estar con una chica como Emily.

 









conviviendo | 2 temporada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora