El chico raro, que no es tan raro.

135 24 6
                                    


Después de largos segundos de miradas intercambiadas, algo incómodas al final, ambos chicos se separaron y Sunggyu le despidió con una sonrisa, decidiendo ir a su casa o tal vez... Y de repente un rugido que provenía de su estómago le hizo pararse en seco, maldiciéndose internamente por haberse dejado el desayuno prácticamente a medias solo para poder entregarla matrícula. Y eso le hizo recordar a los dos simpáticos chicos que había conocido hoy. La verdad si hubiera sabido que la gente era así de agradable en esa ciudad se habría mudado antes.

Sunggyu ladeó la cabeza y sonrió para sí mismo, conocía a un chico y del otro había conseguido hasta el número de teléfono, ¿era ese su día de suerte?. Si era así entonces debería aprovecharlo.

Giró sobre sus talones y siguió un cartelito que decía "cafetería" en una tipografía que le agradó, encontrándosela tan solo entrar por una puerta y caminar unos pasos. Entró en ella y vio que realmente era grande, a la altura de la que se suponía era la mejor universidad de su país.

No se fijó demasiado en la gente que había allí y tan solo se acercó a la barra, pidió un croissant junto con un café y tomó asiento en una mesa junto a la ventana. Comenzó a mirar el móvil mientras comía aquella delicia, sin percatarse en que en esos segundos que había estado distraído alguien había ocupado el asiento justo delante del suyo. Alzó la mirada y se encontró de nuevo con la de ese chico que minutos antes le había salvado de una buena reprimenda.

- Woohyun... - Apenas consiguió murmurar, sin saber por qué exactamente estaba ahí.

Y volvieron a aguantarse las miradas, de esa forma que Sunggyu empezaba a entender como propia del otro chico, supuso. Probablemente mirase así a todo el mundo, de esa forma intensa e indescifrable. Le ponía nervioso, en el buen sentido. Y se recriminó a sí mismo porque se suponía que ya le había empezado a gustar alguien, ese chico alto y moreno que había conocido horas atrás en el metro. Del cual no había vuelto a saber nada desde que se despidieron esa mañana.

- Te vi aquí solo y quise hacerte compañía, ¿te molesto?. - Rompió el silencio el más bajo sin apartar la mirada, y Sunggyu juró que las manos empezaron a temblarle.

Claro que no le molestaba, era todo un placer estar en compañía agradable, y ese chico lo era. Además de que debía añadir que le alegraba bastante la vista cada vez que le veía, se le notaba... cuadrado. Daban ganas de pasar las manos por todo su cuerpo y comprobar si de verdad estaba tan musculado como lo parecía.

Le sonrió y negó rápidamente con la cabeza. - Claro que no molestas.

Agachó durante unos segundos la mirada para posarla en el propio café y poder dar un pequeño sorbo, volviendo en seguida la vista al frente solo para encontrarse al contrario más cerca de él, apoyado en la mesa, como estudiándolo. Y eso le puso de nuevo nervioso, pero ya no sabía sien el buen sentido.

- ¿Pasa alg... - Pero no pudo continuar con esa pregunta porque de un momento a otro Woohyun se había incorporado de su silla para poder inclinarse más a él y llevar una mano a su rostro, acariciándole la mejilla.

- Eres muy bonito, tienes el rostro más suave de lo que había imaginado. - Dijo en un pequeño susurro del cual solo serían cómplices ellos dos, tan bajo que incluso a Sunggyu le había costado escucharle. Pero en el momento que lo hizo todo el calor se le había subido a las mejillas y en pocos segundos se le habían puesto rojas, llevando en seguida ambas manos a su rostro para poder ocultarse un poco, algo avergonzado.

No sabía si levantarse era la opción correcta, ¿cómo se lo tomaría Woohyun?. Pero, ¿cómo debía tomarse él aquello?

- Disculpa... - Y dicho esto cogió su mochila y salió corriendo a lo que supuso eran los baños. Y no se había equivocado, al poco llegó y pudo encerrarse allí y echarse agua en el rostro.

Change it. [WooGyu] - Pausado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora