Aquellas historias de cuentos de hadas siempre quedarán pequeñas ante el nuevo mundo, lleno de lobos y otros animales que hablan. Secretos escondidos detrás de un ataque que sucedió años atrás y una futura guerra. Lauren y Camila se encontrarán en e...
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Tara POV
Entre corriendo a mi oficina, buscando entre mis cajones el celular que usaba para comunicarme con Amarok, aunque en realidad nunca lo había usado porque prefería comunicarme con él mediante cartas que le enviaba cada mes, esperando que alguna vez respondiera una, pero solamente un par de veces lo había hecho.
El celular que Amarok tenía, era aquel aparato que le habíamos enviado hace años, desde que tuvimos que tomar aquella decisión que nos destruyó mucho más de lo que ya estábamos. Aquel suceso que fue el golpe final para terminar de rompernos como la supuesta familia perfecta que debíamos ser y a pesar de que yo le mandaba una nueva batería cada vez que sus lobos venían a la ciudad para cumplir con el trato, él nunca había intentado llamarme ni comunicarse conmigo de ninguna forma posible.
Así que cuando escuché como el celular timbraba una y otra vez, dude mucho que iba a responderme, pero repentinamente la llamada entró, logrando escuchar su voz luego de varios años de ausencia.
—¿Qué quieres? ¿Quién se murió esta vez? —Fue lo primero que dijo de una forma tan tranquila, que hizo que me enfadará mucho más de lo que ya estaba.
—¡Eres un maldito mentiroso! ¡Tuviste la osadía de mentirme sobre la hija de Sinuhe y Alejandro! ¡Ella está viva! —Le reclamé levantando la voz, perdiendo toda la paciencia.
—¿Suka la traerá con él? —Preguntó, prácticamente importándole poco todo lo que yo le decía. —Infórmale que ya se le acabó el tiempo y que no voy a esperar más.
—Respóndeme Amarok, ¿por qué? —Dije casi al borde del llanto. —¿No te basto leer sobre todo el dolor que compartí junto a mi madre por esa hija que tanto amo?
—Nunca he leído tus estúpidas cartas y no comenzaré a hacerlo, ya te dije que pierdes tu tiempo. —Comento fastidiado. —¡Y esa maldita mujer no es tu madre! —Me recalcó completamente enojado. —¡Nuestra madre murió y por culpa de ese imbécil que comparte nuestra sangre!
—Lawrence quería lo mejor para mamá, ella estaba sufriendo demasiado. —Al decir eso, recordé la última vez que hable con mi madre y como ella me había pedido entre lágrimas, que no permitiera que mis hermanos siguieran destruyéndose entre ellos, cosa que no logré cumplir porque ambos seguían odiándose como el primer día en que se conocieron. —Mamá estaba sufriendo tanto y no íbamos a verla morir lentamente.
—Entonces la mataron, que gran forma de demostrar que amas a alguien. —Dijo él con ironía.
—Fue la decisión de mamá, ella no quería que la conectaran a un aparato. Para ella, eso era no tener una vida propia, no nos quería atar a su enfermedad. —Trate de explicarle. —Le rogamos, tratamos de no darnos por vencidos, pero era su decisión.
—Deja de darme tus estúpidas excusas. Olvídate de que existo como siempre lo has hecho y déjame solucionar nuestros problemas como siempre lo hemos hecho.
