— Come, Amélie — me dijo Mary que ya estaba cumpliendo con su segundo día de trabajo.
No quería comer.
Tal vez Esther era más delgada que yo.
— No tengo mucha hambre.
— Pero tienes que comer — le apoyó Rosa.
Tomé otro bocado de mi tortilla y lo mastiqué sin ganas.
Phillip entró a la cocina y me sonrió.
— El auto ya está listo — avisó.
No quería ir con mi chofer.
Tal vez Esther era mucho más humilde y no era millonaria, ni tenía su propio chofer.
— Gracias, Phill, pero yo voy a conducir sola.
— ¿Sola? pero ese es mi trabajo.
— Sólo por un par de días, dentro de poco cumplo los dieciocho, tengo que ser más independiente.
Él asintió.
— Y por cierto, voy a darte tu paga adelantada. Ven conmigo.
Yo estaba de mal humor, pero quería hacer a alguien más feliz.
Además tenía una idea desde hace mucho.
Seguramente Esther era tan amable que donaba dinero a los niños con cáncer y salvaba perritos de la calle.
Salí de la cocina dejando mi desayuno a medio comer y abrí mi bolso que estaba en uno de los muebles (tengo que acotar que es un Chanel original), saqué un sobre y se lo tendí a Phillip.
— No entiendo porque me pagas por adelantado sólo a mí si... Santo.
Comenzó a leer la nota que había dentro.
Sonreí al ver su expresión.
— Dios, Amélie no. Ya haz hecho demasiado y esto es mucho más de lo que hubiera deseado.
— Tú lo mereces, ella lo merece. Ambos lo merecen.
Los ojos de Phillip se cristalizaron y me dio un gran abrazo.
— Gracias. Se va a cumplir mi sueño.
Me gustaba hacer feliz a los demás.
Y por si tienen la duda le di dinero a Phillip para que le comprara un anillo a Rosa.
Asentí, él me entregó las llaves del Mercedes y yo corrí al estacionamiento.
Abrí la puerta del auto, arrojé mi bolso al asiento del copiloto y lo encendí.
Tenía tiempo sin conducir, sólo la motocicleta que conduje hace poco.
— ¡Allá vamos! — exclamé.
^3^
Casi muero.
En el camino al instituto casi choco a un auto, dos ciclista y a una anciana. A parte de haber recibido una multa por no llevar el cinturón de seguridad.
En mi defensa, se me olvidó.
Bajé del auto y caminé por el instituto para llegar a mi casillero.
Cuando abrí mi casillero vi a Adele dirigiéndose hacia mí.
— Hola, Mélie.
— Hola, Adele.
— ¿Cómo va todo?
— No muy bien — me encogí de hombros.
— Cuéntame.
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La Princesa y El Nerd
Teen FictionAmélie Jussieu es la chica más popular de la preparatoria, típico. Es la capitana de las porristas, típico. Su novio es el capitán del equipo de fútbol, típico. Su mejor amiga es su compañera en el equipo de porristas, típico. Sus padres son ricos...