La Princesa y El Nerd

Capítulo 19 "Como ellos"

— Adiós, Mélie — Phillip se despidió de mí.

— Adiós.

— ¿Segura que estás bien?

Asentí.

Habían pasado dos días desde la pelea en la academia y todos estábamos separados.

Adam no hablaba con Adele y no hablaba conmigo, y toda la alegría que siempre tenía se había sustituido por enojo.

Adele había vuelto a ser tan tímida como antes, creo que incluso está más tímida. Se sienta sola, come sola y no se separa de sus audífonos y nos evita a todos como si tuviéramos alguna infección o una ITS.

Lucas sólo hablaba con Adam, esos dos parecían los mejores amigos de toda la vida, no se despegaban ni un segundo. Y cuando intentaba acercarme a alguno de ellos ambos me ignoraban.

Y yo, bueno, yo estuve tratando de lograr que nos reconciliáramos y estuve detrás de ellos tres mucho tiempo pero ya me cansé de que me ignoren o eviten. Me resigné a estar sola.

Caminé a mi primera clase. Entré, quedaban sólo dos lugares juntos al fondo. Miré todo el lugar mientras caminaba a uno de los asientos.

Adele estaba en una esquina con sus audífonos puestos y ocultaba su cabeza en un libro.

Adam estaba en otra esquina coqueteándole a una morena junto a él.

El viejo Adam volvió.

Chloe estaba en el centro mirando su teléfono.

Y Nathan estaba adelante hablando con Antoine, el arquero del equipo de fútbol.

Me senté y saqué mis libros.

— ¿Viste la fotografía? — unas chicas hablaban tan fuerte que escuchaba su conversación a dos mesas — Me encanta que hayan regresado.

— No sé, yo prefería que estuviera con Chloe — dijo la otra.

Ahora sí me estaba interesando su charla.

— Pero Amélie es mejor que Chloe.

Esta chica me estaba cayendo bien.

— Si pero yo veo que Nathan y Amélie no tienen tanta química.

La otra asintió.

— Eso es cierto, pero ellos no piensan lo mismo, porque ya volvieron. — se encogió de hombros — ¡Volvió la pareja perfecta! ¡El rey y la reina del instituto!

Tenía que encontrar un forma de borrar esa foto y decirle a todo el mundo que Nathan y yo no somos nada.

La puerta se abrió y Lucas entró, miró alrededor y vio que el único lugar vacío que había era el que estaba junto a mí.

Desde aquí pude escuchar como resoplaba con molestia.

Puso los ojos en blanco y se sentó.

Sentí su mirada en mí pero no giré a verlo.

— Hola — saludó seco.

— Hola — respondí tajante.

— ¿Cómo va todo con Nathan? ¿Besa bien? — el sarcasmo en su voz era muy evidente.

Me molestaba su actitud infantil.

— Si, besa increíble — le sonreí falsamente — Es el mejor besando.

Su ceño se frunció. Claramente estaba molesto.

— Me alegra, que les vaya bien juntos.

— Gracias, nos irá muy bien.

Obviamente entre Nathan y yo no pasaba, ni pasaría nada, pero yo sólo quería molestar a Lucas.