La Princesa y El Nerd

Capítulo 27 "Esther"

— Lucas, Amélie, ustedes... son hermanos.

Mi corazón se detuvo.

— No puede ser cierto — susurré.

Volteé a ver a Lucas que se encontraba mirando el suelo fijamente en estado de shock.

Todavía teníamos nuestras manos entrelazadas y me pareció tan extraño.

¡Oh Dios!

¡Besé a mi hermano!

¡VARIAS VECES!

— No puede ser cierto — repetí.

Por fin Lucas reaccionó y me dio una mirada muy consternada.

Miré a todos los que estaban frente a mí.

De repente Phillip empezó a reírse a carcajadas y todos a su alrededor igual.

¡Hasta Adam y Adele se reían!

— ¿De qué se ríen? ¡¿De qué se ríen?!

— ¡Tienen que ver sus caras! — rió Adam.

— No entiendo nada — dijo Lucas.

— ¡Era un broma! — mi padre reía a carcajadas y chocó sus manos con Phillip.

¡¿QUÉ?!

— No puedo creerlo ¡Casi me matan del susto! — exclamé.

— ¿De quién fue la idea? — preguntó Lucas.

— Mía — rió Phillip — Estuvo increíble ¿no?

— ¡No! — dijimos Lucas y yo al mismo tiempo.

— ¿Ustedes también sabían? — Lucas le preguntó a Adele y Adam.

Adam asintió mientras seguía riendo con Phillip y Adele asintió tímidamente.

— Lo lamento, me convencieron de no decir nada — se disculpó Adele.

Asentí.

— ¿Y cómo actué yo? — preguntó Mary.

— Como toda una actriz de telenovela — dijo mi madre.

— ¿Y desde cuando son amigos todos ustedes?

— Desde hace unos veinte años tal vez más — respondió Rosa con una sonrisa.

— Aunque su broma fue terrible me alegra de que se hayan reconciliado todos.

Todos sonrieron.

— Gracias — respondió Adam.

— ¡Ella no hablaba contigo, tonto! — dijo Adele y todos reímos.

***

Caminé hacia la enorme ventana de mi habitación pero no salí al balcón.

Me aterraba cualquier mínima altura.

— Vaya, creo que se pasaron de la raya con esa broma — dijo Lucas colocándose a mi lado en la ventana.

Adam y Adele se habían ido, mis padres estaban en algún lugar de la casa con Rosa, Phillip y Mary-Anne. Lucas se había quedado poniendo como excusa que quería acompañar a su madre en su primer día de trabajo, pero ni siquiera había hablado con ella.

— Yo igual, pero me alegra que sean amigos. Al parecer mis padres están cambiando — sonreí.

— Si, a mí me alegra ver que mi madre tiene amigos y se divierte, toda su vida la dedicó a nosotros, se merece eso.