Capítulo 19: Las calaveras hablan

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La pregunta de Mark hizo que decidamos regresar al territorio de los gorro rojo, Trina conocía todas las entradas posibles a su reino subterráneo y menos mal una entrada se encontraba cerca.

Trina nos guió a través de una iglesia en la cual se encontraban catacumbas, nos hijo bajar las escaleras y entrar a un lugar muy oscuro y cerrado, rodeado de calaveras.

– Menos mal que sólo son esqueletos sin vida – mencionaba Mark tranquilizando sus nervios, parecía asustado

– Ojalá así fuera – una voz respondió a nuestras espaldas y colocó su mano en el hombro de Mark

Mark se encontraba adelante junto a Trina que nos guiaba, y luego le seguía Gabe y finalmente estaba yo. Alcancé a ver algo que no podía creer y me asombraba que mi joven amigo no se asustara por lo que lo estaba tocando.

– No me asustarás Gabe, soy muy valiente – añadió Mark y pasó su mano a retirar el brazo del supuesto Gabe, cuando lo toco y comenzaba a sentir que eran puros huesos, se quedó helado y no se movía. Giró suavemente su cabeza y al voltear observó un cuerpo de huesos, que parecía sonreír – ¡Ahhh!

Mark gritó desesperadamente y salió corriendo detrás de Trina, como un perrito asustado, la calavera nos miró y nos levantó los hombros como si no supiera que le pasaba.

– Sí que eres valiente Mark – se burló Gabe y nosotros nos reímos también

– Y lo soy – le respondió Mark mientras salía de las espaldas de Trina – , sólo trataba de protegerla

– Creo que puedo protegerme sola – se burló Trina y lo empujó – , ellos son guardianes de la entrada.

– Mucho gustó jóvenes magos – el esqueleto se agachó ante nosotros en modo de saludo

– Un placer conocerlo señor ... – le contesté al esqueleto estirando mi mano hacia él.

– Chian, mucho gusto Koober, y sus amigos – respondió el hombre de huesos

Lo miré sorprendido y le terminé de saludar con la mano.

– ¿Cómo sabe mi nombre?

– oh, ustedes se han vuelto muy conocidos después de su pelea con el mago oscuro y las noticias huelan rápido, inclusive por aquí abajo.

– vaya, y también sabrá que estamos detrás de otro mago que planea apoderarse del mundo.

– Sí, eso también, Lance es un mago muy poderoso y está reclutando seres poderosos también, esta vez no será tan fácil, se desatará una guerra en la superficie.

– ¿Los ha tratado de reclutar a ustedes también?

– La verdad no, pero si aún así lo hiciera, estaríamos de su lado joven, mi gente y yo hemos apoyado al bien desde que existimos y si necesitan ayuda algún día, sólo tienes que avisarnos.

– ¿De verdad?

– Sí, no podemos permitir que Lance gobierne, eso nos dejaría enterrados o peor aún, nos convertiría en sus esclavos.

– ¿Porqué lo haría?

– Fuimos creados por magos hace miles de años, para ser sus sirvientes y hacer todo lo que ellos deseaban. Nos usaban y maltrataban, sabían que nos volveríamos a formar, así que nos trataban como puntos de prueba. Después de cientos de años, los magos fueron cambiando, y nos permitieron tomar nuestras decisiones, se hicieron amigos nuestros y los ayudábamos de vez en cuando, éramos por fin libres.

– Vaya, no tenía idea de eso, fueron creados por nuestros ancestros. Pero si dices que ya no los trataban mal, ¿Por qué Lance lo haría?

– Él proviene de la generación en la que aún éramos sus esclavos, y no dudo que nos volvería a hacer lo mismo, mi gente vive tranquila aquí abajo y en muchas otras iglesias escondidos, Lance no conoce nuestra ubicación y no nos encontrará.

– No te preocupes, detendremos a Lance antes de que intente esclavizarlos de nuevo, nosotros los ayudaremos Chian, espero contar con ustedes cuando los necesitemos.

– Cuando nos necesites lo sabremos y estaremos contigo antes de que te des cuenta. Confiamos en que vencerán.

– Gracias Chian, te deberemos una muy grande.

– No se preocupen, yo los guiaré también, por aquí.

La calavera levantó su mano e hizo aparecer fuego de ella, iluminando la habitación y llevándonos a través de los pasadizos llenos de escombros y símbolos extraños.

– Deberías aprender de ellos – le dijo Mark a Trina – , ese fuego es hermoso.

–idiota – le contestó ella y lo golpeó en la cabeza – , ya verás que aprenderé.

Seguimos al esqueleto mientras nos narraba las historias de su vida, las guerras en las que había luchado y los magos a quiénes había servido. Atravesamos toda la cueva hasta llegar a un fondo sin salida.

– ¿qué es esto? – preguntó Gabe confundido, y no se lo negaba, parecía que nos hubiera traído a una trampa.

– Tranquilos, los mortales suelen bajar por acá, y si descubrieran la magia sería peligroso.

El esqueleto se acercó a unos extraños símbolos en la pared, tenía algunas palabras en quechua antiguo y colocó el fuego de su mano sobre el dibujo y se comenzó a expandir un enorme brillo en la cueva. Cuando abrimos los ojos, una entrada se había abierto hacia el pueblo de los gorro rojo.

– Suerte chicos – añadió Chian con una sonrisa – , y por cierto, Trina.

– ¿Si?

– Ten esto, para que ese miedoso no se burle más de ti – agarró el fuego de su mano y lo hizo salir en forma de un brillo majestuoso en forma de una esfera de energía.

La luz atravesó el pecho de Trina y la hizo brillar por unos segundos.

– ¿Qué fue eso? – Preguntó ella confundida.

– Es magia elemental – le contestó Chian – , ahora podrás controlar el fuego y crearlo, ahora posees una de las cuatro clases de magia elemental, no la uses mal.

El esqueleto le sonrió y se dió medía vuelta despidiéndose nuevamente con una reverencia.

– Gracias Chian – le gritó Trina.

– Eso no es justo, yo también quiero un poder – refunfuñaba Mark.

– Ahora verás Mark.

Encendió su dedo e intentó apuntarle a Mark para callarlo.

– No, esta bien, si aprendiste, no me hagas nada.

Mark comenzó a avanzar hacía el pueblo con prisa de que Trina no le haga nada. Nos reímos y lo seguimos corriendo para asustarlo un poco más hasta que lleguemos con el rey Morth.

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