Capítulo 11: Gorros Rojos [Actualizado]

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Desperté al día siguiente con un poco de sueño. Me junté con mi equipo a desayunar y nos pusimos a conversar. Trina ya se encontraba un poco mejor por lo del incendio, pero aún le afectaba hablar del tema. Fue nuestro día libre, ya faltaban tan sólo pocas semanas para el día de nuestro duelo. La pasamos jugando cartas y contando historias de nuestras vidas.

– Entonces, ¿Qué es lo que estamos jugando? – preguntó Mark mientras miraba sus cartas y se rascaba la cabeza

– ¡ocho locos! – le contestó Trina mientras lo sacudía – , te lo hemos repetido mil veces.

– Pero somos cinco, y somos magos no locos

Si hubieras visto a Trina en esos momentos de locura te hubieras matado de la risa.

– Tú me estás volviendo loca a mí Mark.

Él sólo la miró y le sonrió

– Esta bien, tranquila o te saldrán canas, sólo tengo que convertir mis cartas en las que continúen para jugar, ¿no?

– Contigo no se puede – le añadió Trina y nos miraba como diciendo, me vuelve loca

Después de largas horas disfrutando el descanso, Blacky se erizó. Algo había sentido. Un movimiento telúrico sucedió y la tierra se abrió. Aparecieron unas criaturas parecidas a unos duendes. Nos miraron y sonrieron con sus dientes amarillos y feos. Nos asustamos y Gabe estuvo a punto de mandarlos a volar cuando de pronto Trina lo detuvo.

– Tranquilo – le dijo ella – son ... Mi familia

– ¿Qué? – gritamos todos sorprendidos

Su mirada parecía triste, creía que la veríamos extraña por ser familiar de unos ... ¿Duendes?

– Ellos se encargaron de cuidarme desde pequeña - respondió nuestra amiga - y creo que quieren que los sigamos.

Y así parecía. Los duendes o como se llamen nos hicieron un gesto con su cabeza que pedían que los siguiéramos y regresaron bajo tierra. Los demás nos miramos confundidos, pero Trina se había ganado nuestra confianza, así que la acompañamos.

Mientras más descendíamos, más increíble se hacía la vista. Árboles enormes y lagos bajo tierra. Era todo increíble. Un camino que nos guiaba a un pequeño pueblo con muchas personitas más que nos miraban con asombro y sonreían de la misma manera. Daban un poco de miedo.

– Ellos se llaman Gorros Rojos – comentó Trina

– ¿Por esos gorros rojos que llevan en la cabeza? – preguntó Mark – y ¿porqué sólo usan un taparrabos?

Gabe lo golpeó en la cabeza y le hizo un gesto para que se callará, menos mal esta vez entendió al ver que podría incomodar a Trina este tema.

– Son criaturas mágicas que fueron consideradas como monstruos que se ocultaban en cualquier sitio donde se haya derramado sangre – nos contó nuestra amiga – pero en realidad son seres muy buenos que me encontraron de pequeña cuando mis padres murieron y me cuidaron. He crecido toda mi vida con ellos y me enseñaron bastantes cosas sobre la magia. Pero los Inferi no dejaban de aparecer y tuvimos que mudarnos bajo tierra para poder estar más seguros.

– ¿Es por eso que Lance decía que te había conducido a ellos? – preguntó Mark, esta vez me sorprendió que no actúe como un idiota

– Así parece, yo recién me entero de eso. Era muy pequeña cuando perdí a mis padres.

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