Me desvesti y metí en la ducha, sintiendo el agua caliente recorrer mi cuerpo, no quería pensar en nada indecente pero su cuerpo venía a mi mente y no podía parar esos pensamientos de su figura candente meneandose por toda la casa, por aquí y por allá. El besoar es una piedra que se encuentra en el estomago de una oveja, sirve como antídoto para casi todos los venenos potentes del mundo ¿no? ¿no? Harry no me dejaba pensar con claridad así que salí, me seque, vestí y baje a la cocina. El exquisito olor a pavo horneado lleno mis fosas nasales, me acerque sin hacer el menor ruido posible, Harry se encontraba de espalda meneando su trasero y tarareando una canción así que lo abrace por detrás y bese su cabello.

- Mierda Harry, huele jodidamente bien cariño -soltó una pequeña risa.

- Sin groserías Sev.

- De acuerdo lo siento -bese su mejilla y hale la silla debajo de la mesa para sentarme, abrió el horno y se agacho para agarrar una bandeja de galletas, aproveche la oportunidad de ver y comerme con la mirada su gran trasero. Se acerco a mi y se sentó en mis piernas, apoyo su cabeza en mi hombro y beso mi cuello.

- Nunca pensé que tuvieras una vida fuera de la escuela -enrolle mis brazos en su cintura y solté una carcajada.

- No la tenía hasta que llegaste tu pequeño.

- Concuerdo con eso -no dijimos mas nada, el lugar hubiera quedado completamente en silencio de no ser por el crepitar del fuego, no era incómodo sino agradable y por un momento pensé que mi Harry se había dormido hasta que hablo- ¿te cuento un secreto? -asenti- cuando te secuestraron sentí que mi mundo se derrumbaba en mis pies y que por más que corriera no había escapatoria, nunca me había sentido tan perdido hasta que te encontré, tu eres la salida de aquel laberinto agonizante.

- Te amo -no sabia que decir después de tan hermosas palabras y esa era la verdad porque yo también me había sentido así, saco su cabeza de mi hombro para mirarme.

- También te amo -beso mis labios y se separo- ¡ya esta lista la cena!

Se paro y saco el pequeño pavo, se veía espectacular, me sentía en el cielo con el olor que emanaba de el, se acerco y lo puso en la mesa, agito la varita y puré de papa, tarta de fresa, salsa y una gran botella de vino volaron hasta la mesa la cual se encontraba vestida con un mantel de cuadros, Harry lo había pensado todo.

- Gracias Harry.

- Es sólo un pavo cariño -se sentó en la silla junto a mi. Agarre su mano y rose mis labios en su palma.

- No solo hablo del pavo Harry, sino de la mejor navidad después de -lo pensé ¿cuando había tenido una buena navidad?- nunca.

- De nada mi amor, ahora a comer.

Querido amigo.

La mejor cena desde que mamá murió -claro que tampoco cocinara muy bien- después de la cena nos sentamos en el sofá y comimos galletas y hablamos de cosas triviales hasta que se quedo dormido en mis brazos, lo cargue hasta la habitación y quite sus gafas y ropa para que solo durmiera en calzoncillos y más cómodo.

Lo mire toda la noche dormir, mirar como subía y bajaba su pecho, y susurraba una que otra cosa que no entendía pero que al final de decirlas sonreía. La mejor navidad de todas.

¿Cómo pasaron el 24? Yo realmente aburrida :(

Querido diarioWhere stories live. Discover now