A PESAR DE TODO • DRACO MALFOY •

-MI PERDICIÓN-

Draco se desperto el domingo pensando en ella, en su sonrisa y en sus besos, en la manera en que lo trataba con delicadeza a diferencia de los demas. Pensaba en como pronunciaba su nombre y en la curva de su sonrisa, tenia un hoyuelo del lado derecho, que igual lo tenia cuando ponia rigidos sus labios.
Se levanto de la cama y se vistio sin saludar a nadie, solo se apresuro a ir al gran comedor para verla.
Llego, se sento en la mesa de Slytherin y miro hacia la de Gryffindor, alli estaba su actual perdicion riendo con sus amigos. Estaba vestida con unos jeans y un buzo de su casa. Se sintio vigilado por Granger, y ella lo miro directo a los ojos, pateando a Megan por debajo de la mesa. Esta se dio vuelta y le sonrio al principe de Slytherin, a lo que el respondio con una mueca extraña, la cual era su mejor intento de una sonrisa... Ahora parece que Granger lo sabe, no cree que sepa que es un mortifago, solo que sale con Megan.
Como era domingo, el rubio platinado salio a caminar un poco por el bosque prohibido, adentrándose en el, pero escucho unas pisadas detra suyo y automaticamente saco su varita de debajo de su manga.
-Hey, solo soy yo- dijo Megan subiendo las manos a la altura de sus hombros y en un tono tranquilo.
Draco sonrio, y esta vez no fue una mueca deforme. Como estaban casi en el medio del bosque, se besaron. Fue un beso lleno de cariño. Entre risas, Draco levanto a Megan en el aire, obligandola a que enrolle sus piernas alrededor de el, y asi lo hizo.
Era una escena hermosa de dos adolescentes locamente enamorados, intentando no ser vistos, disfrutando los pocos momentos en los que podian demostrar su amor. Sus lenguas danzaban freneticamente en busca de mas y mas. Draco la apoyo delicadamente sobre un arbol acariciando su espalda, mientras Megan tiraba ligeramente de su pelo y mordia el labio del rubio. Ambos sentian un fuego recorriendo su cuerpo, con ganas de estar asi toda la eternidad. El, la apretaba con delicadeza contra el arbol mientras ella reia. No habian notado problema alguno, hasta que la respiracion les fallo. Ella tenia su pelo rubio algo desarreglado y su buzo estaba ligeramente levantado. Draco noto que estaba algo similar a ella porque rio y acomodo el pelo de el con delicadeza, la misma con la que dejo a Megan en el piso y ambos se arreglaban mutuamente.
-Te quiero- solto Megan, como si se le haya escapado. Se puso toda rojita y escondio su cara con sus manos. Estaba mal, pero el tambien la queria. El Señor Tenebroso la mataria sin piedad, pero Draco acaba de tomar una decision, y es que la protegeria aunque eso le costara la vida.
-Yo tambien te quiero- dijo de una vez por todas, saco las manos de la cara de Megan y las enredo alrededor de su cintura, dejandolas ahi y abrazandola protectoramente.
Ambos sabian que seria peligroso, pero Megan no temia de el y Draco ya no podia luchar mas en contra de sus sentimientos. Con ella era diferente y eso le gustaba. Solo rogaban que terminaran juntos, no importa donde, pero juntos.