Atrapada

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Caroline

Abro los ojos lentamente. Un terrible dolor de cabeza se instala en mi sistema y cuando trato de llevar una mano a ella veo que no puedo hacerlo. Es entonces cuando descubro que las tengo atadas. Comienzo a hilar un montón de cosas en mi mente, pero nada tiene lógica, ¿qué hago en este lugar? ¿Cómo he acabado aquí?

Gimo cuando ese terrible dolor viene de vuelta. Me encuentro sobre una silla de madera, la habitación estaría completamente oscura sino fuera por la bombilla que de vez en cuando parpadea, parece un sótano, o un almacén abandonado, no lo sé, pero huele fatal, a humedad y suciedad.

La puerta que tengo en frente de repente se abre y un señor de barba y pelo rapado aparece en escena. Es musculoso, casi igual que los tenientes del campamento. Parece un armario empotrado y su mirada solo provoca malas emociones.

-¿Quién eres? ¿Qué hago aquí?- pregunto con temor en mi voz.

Una sonrisa macabra aparece en su rostro provocándome un terrible escalofrío.

-¿Sabes por qué estás aquí lindura?- dice acercándose a mi.

La forma lasciva en la que me mira hace que comience a temblar. Se acerca a mi y comienza a acariciar mi brazo y yo no puedo evitar soltar un sollozo. Unas ganas terribles de vomitar comienzan a formarse en mi interior, hasta que por fin el rapado deja de acariciar mi piel.

-Porque eres una entrometida, que no sabe tener su boca calladita, casi nos jodes los planes, pero por suerte somos demasiado inteligentes y hemos sabido darle otra perspectiva.

-¿Qué me vais a hacer?

El me mira y sonríe otra vez de aquella forma.

-Si por mi fuera...un montón de cosas- dice relamiendo sus labios- pero mi socio y su mujer no quieren, así que haremos algo más sencillo, matarte.

Miles de lágrimas se acumulan en mis ojos y trato de revolverme en la silla.

-No por favor, no me hagáis nada, os lo suplico, por favor..., mi padre tiene dinero os dará lo que sea si no me hacéis nada...

El comienza a reírse y niega con la cabeza.

-Que estúpida eres, ¿de verdad piensas que tu padre pagará algo por ti?, mírate, por descuidarte, por no creerte es por lo que estás aquí, ni si quiera hizo nada cuando ese tipo se aprovechó de tu estado..., ¿así que realmente crees que hará algo ahora?

Lo miro con los ojos llenos de lágrimas. No sé como el sabe todo aquello..., entonces una luz se enciende en mi cabeza, y sin dudarlo digo el que creo que sea su nombre para confirmar mis sospechas.

-¿Henry?

El asiente sonriente. Madison está de todo esto, debió de ver como estaba escuchando toda la conversación con su hija, ella fue la que me golpeó.




Después que el tipejo de Henry se fuera de aquí me puse a llorar. No podía creer que esto me estuviera pasando a mí. Creo que en mi vida nunca he hecho nada malo, siempre he sido una niña ejemplar, un poco consentida e inmadura cuando mi madre vivía, pero vamos, tan sólo era una niña. Después supe madurar y siempre fui buena con todo el mundo, cariñosa, generosa...

No puedo dejar de pensar en las reacciones de las diferentes personas que quiero, en mi padre, en Ian, en Mia..., espera, estaba hablando con Mia cuando Madison me golpeó, quizás ella pudo sospechar que algo malo estaba ocurriendo..., en estos momentos seguramente me estará buscando, si, eso es, tengo que pensar en positivo. Voy a salir de aquí, esta mujer no se saldrá con la suya, no puedo permitírselo.


Después de lo que supongo que son horas mi garganta comienza a resecarse, siento que me voy a deshidratar en cualquier momento..., es entonces cuando la puerta vuelve abrirse, pero esta vez no es Henry, sino Madison y otro hombre, el que supongo que será el padre de Dayana.

-Vaya vaya, ¿tienes sed Caroline?- dice Madison mientras mueve su botella de un lado al otro.

Asiento y ella se acerca a mi. Abre la botella y comienza a echarme el agua en la boca, provocando que me atragante unas cuantas veces. Se ríe satisfecha, está disfrutando de esto. Me dejo llevar por la rabia contenida y le escupo en la cara.

Ella me mira con asco y sin dudarlo estampa su mano contra mi cara.

-Ni se te ocurra volver a hacer eso- vuelve a golpearme unas cuantas veces más hasta que su "marido" o lo que sea esa señor la agarra por los brazos y la distancia de mi.

-Contrólate, la queremos viva- me mira y sonríe de lado- de momento.

-Hazle la foto y envíasela al imbécil de su padre- dice Madison.

-Ni se te ocurra llamarlo así zorra asquerosa

-¿O si no que? ¿Me harás algo Caroline?- se acerca lentamente a mi y sonríe- intenta mantener tu boca callada o dejaré que Henry haga lo que quiera contigo.

Un escalofrío recorre mi piel cuando recuerdo las intenciones de ese hombre y comienzo a negar con la cabeza mientras mis ojos se llenan de lágrimas.

-Bien, ahora posa- ni si quiera miro a la cámara cuando sale la foto.

-¿Después de enviársela que harás?

-Seguir con el plan, no puede saber que yo estoy detrás del secuestro de esta mocosa.

-Mi padre no será tan estúpido Madison, estaba hablando con una amiga me estarán buscando y sabrán que eres tu.

La arpía comienza a reírse a carcajadas, lo que hace que mi ira sea mucho mayor.

-Tu padre nunca ha creído lo que salía de tu boca con respecto a mi, el me ama, está loco por mi, y si no te creyó a ti ¿piensas que va a creer a una panda de mocosos que apenas conoce?

-P-p-pero está Ian, el me buscará, le hará ver la clase de bruja que eres...

Ella sonríe de lado.

-Tu precioso Ian está demasiado ocupado con Dayana, como para perder el tiempo con una mocosa que sólo le da dolores de cabeza.

-ESO ES MENTIRA- Ian me ama, lo sé, está mujer lo único que quiere es jugar con mis sentimientos.

-Que estúpida eres Caroline, mírate y ahora piensa en mi hija, Ian nunca perdería el tiempo en alguien como tú, el necesita a una mujer no una cría, y eso es lo que Dayana le está demostrando en estos momentos.

-CÁLLATE- chillo mientras miles de lágrimas caen por mi rostro.

Está jugando conmigo, eso es, son tan sólo mentiras para herirme, lo único que quiere es lastimarme.

-No le importas a nadie Caroline, asúmelo, no moverán ni un sólo dedo por ti.

Y tras decir eso abre la puerta y se va, seguida de ese hombre.

-Nada de lo que dice es verdad Caroline, nada- me digo para mi misma.

Ian me ama, mi padre me ama, Mia es mi amiga y me quiere, se que todos me están buscando, tarde o temprano me encontrarán y entonces la bruja de Madison recibirá su merecido.

Campamento Base #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora