Campamento Base #Wattys2017

Mentiras parte 2: la versión de Ian

IAN POV'S

-Dios mío- jadea Caroline

Yo suelto una gran carcajada como respuesta, me encanta ver como responde a mí, aunque no puedo evitar reírme con sus alteraciones.

-Mia tenía razón...- susurra

-¿A qué te refieres?- apoyo mi codo en la cama y la miro fijamente.

Ella me mira directamente a los ojos, puedo ver como sus mejillas se tornan color carmesí, seguro que dirá algo vergonzoso, siempre que dice algo así sus mejillas se ponen rojas, además de que acaricia su cabello, aunque no creo que se de cuenta de ello.

Muerdo su labio inferior y hacen que unas ganas terribles de besarla surjan.

-En eso de que los militares sois unos máquinas en la cama...- Caroline tapa su rostro con la sábana y yo no puedo evitar esbozar una sonrisa.

Como puede ser tan dulce.

Quito la sábana de su cara y lo observo divertido, ella no es capaz de mirarme a los ojos, está completamente avergonzada, me encanta cuando es así de inocente.

-Con que unos máquinas? – digo antes de acercar mis labios a su cuello y empezar a morderlo.

Durante todos estos días he descubierto lo mucho que le excita a Caroline que bese/muerda su cuello, y he de decir que desde que probé estar en su interior, siento la necesidad de excitarla constantemente para volver a hundirme en ella, se siente tan bien...

Es una sensación que nunca en mi vida logré sentir, y aunque al principio me asusta un poco en el fondo me encanta.

-Ian...- dice Caroline de forma agitada mientras que yo sigo mordisqueando su cuello.

-¿Mmmm?- pregunto sobre su cuello, sus manos se colocan en mi torso e intentan hacer un poco de fuerza, pero en cuanto mi mano desciende pro su vientre esa fuerza desaparece, y siento a mi dulce Caroline retorciéndose debajo de mi.

-Ian..., no creo que pueda aguantar más, he tenido suficiente por hoy- resoplo contra su cuello y ella suelta una pequeña risita.

Lo entiendo, creo que en el fondo los dos nos merecemos descansar un poco, aunque me muera de ganas de volver a sentirla.

Me acerco a sus labios y dejo un delicado beso sobre ellos, igual de delicado que ella.

-Creo que nunca me cansaría de ti- no sé en que momento lo digo, pero lo suelto, lo más seguro es que lo estuviese pensando.

Ella sonríe y roza nuestras narices para dejar otro pequeño beso en mi boca.

-Que romántico puedes ser a veces, teniente- ruedo los ojos y me dejo caer a su lado.

Me molesta que siga teniendo esa vieja visión de mi, en realidad no soy así, con ella sale mi verdadero yo, ese que sólo mi madre es capaz de ver.

La puerta de mi bungalow es golpeada. A saber quien será a estas horas de la noche. Ruedo los ojos y cojo mis calzoncillos, los coloco y después me pongo mis pantalones. Paso de ponerme la camiseta o algo en los pies, sea quién sea se irá.

Abro la puerta y en cuanto veo a Lena en mi campo de visión me tenso. Giro mi cabeza y miro a Caroline que me mira con preocupación, decido sonreírle y salir al exterior, ya que claro está, no dejaré que Lena entre dentro y decida montar un espectáculo de celos patético.

Cierro la puerta y me cruzo de brazos mientras la miro.

-¿Qué quieres?

-Vaya..., que rápido pasas del amor al odio- dice Lena.