Mi mala suerte

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En multimedia Mia


Después de estar casi 2 horas en el lago, el teniente y otros sargentos nos mandan volver al camión, se acabó la diversión, hay que volver al campamento.

Nos subimos al camión y miro al teniente para dedicarle una de mis amplias sonrisas, lo que menos me gusta es que en vez de devolvérmela gira el rostro y mira hacia otro lado. Creía que ahora nos llevaríamos mejor, pero parece que  solo debió de ser un lapsus momentáneo de tranquilidad.

Me siento en el camión y Mia se sienta a mi lado, me sonríe pícaramente y yo me empiezo a sentir incómoda.

-A ver, ¿qué pasa?- le pregunto a Mia.

-Te vi hablar con él, bueno te vimos todos, yo que tu tendría cuidado, es posible que Jade intente envenenar tu comida.

Ruedo los ojos.

-¿De qué hablabais por cierto?

-De nada, sólo estábamos intentando tener una conversación normal, sin castigos ni órdenes, sin tratarnos de usted, sólo siendo dos personas jóvenes y normales que hablan de cosas, y ya.

Mia me mira estudiando mi comportamiento. Se que mi contestación no le ha servido, creo que esperaba algo de tipo: sexo, amor y otras cosas.

Miro hacia otro lado y veo que Jacob me observa con el ceño fruncido, le sonrío y saludo con la mano, pero el sólo niega con la cabeza y mira hacia otro lado.

¿Pero qué le pasa a todo el mundo?

-Está celoso- dice Mia en mi oído.

-¿Qué dices?

Ella niega con la cabeza.

-Vamos Line, no me digas que no te has dado cuenta, está coladito por tus huesos, y el a igual que todos nos dimos cuenta que entre tu y el pivón del teniente hay química, mucha química.

Me río y miro hacia otro lado.

-No digas tonterías Mia.

-Acabarás en su cama, y entonces descubrirás lo maravillosos que son los militares- pone los brazos en alto mientras suelta una especie de gemido.

Me aguanto la risa y busco con la mirada a Ian.

En cuánto lo localizo lo observo de forma detallada. Es increíble lo guapo que es, su barba de hace unos días, su nariz un poco grande pero perfecta para su rostro, su pelo despeinado, sus ojos castaños y enigmáticos. Su físico también es espectacular, con sus brazos fuertes y definidos, su torso duro y con demasiados cuadraditos marcados, sin una pizca de grasa, todo fibra señoras y señores. Pero diría que lo que más me gusta es su sonrisa, aunque la muestre demasiado poco, es una de las mejores sonrisas que he visto.

No sé si me gusta, en realidad no sé lo que siento por él, sólo se que aunque me castigue, aunque me hable mal, haga lo que haga, siempre tengo la extraña sensación de querer acercarme a él, de querer saber más.

¿Quizás sea eso el amor?

**


Llegamos al campamento. Algunos fueron directos a las habitaciones, yo en cambio fui hacia el baño para darme una larga ducha, dentro de lo que puede ser largo aquí.

En cuánto termino enrosco la toalla en mi cuerpo y descubro que no traje ropa limpia para ponerme, lo que significa que tendré que ir a las habitaciones enroscada en esta toalla.

Campamento Base #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora