Relevos

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Capítulo 3

En multimedia, Caroline.

Llego casi agonizando a mi habitación. Mis compañeros primates me miran y comienzan a soltar risitas, si si reíros que yo no soy la única a la que odia.

Llego hasta mi cama y me tiro ahí mientras observo el techo y trato de regular mi respiración.

La pelirroja se pone frente a mi campo de visión con una sonrisa.

-No es por mal, pero tenemos que irnos, hay entrenamiento- la miro y resoplo.

-No pienso ir.

Ella chasquea la lengua.

-Me caes bien, pero eso no quita que seas idiota- la miro mal- no te enfades mujer, pero es que acabas de recibir un castigo, si ahora quieres recibir otro entonces eres masoca o algo así.

La pelirroja tiene razón.

Me incorporo en la cama y me pongo el uniforme del campamento.

He estropeado mi ropa, es evidente que después de lo que he sudado con ella no me la vuelva a poner, dudo que esos olores salgan con facilidad, y más si la persona que la tiene que lavar soy yo. Más que nada porque nunca he lavado a mano, gracias a dios que existen las lavadoras, pero bueno tampoco es algo que dominaba, por desgracia crecer entre algodones me hizo olvidarme de pequeñas tareas que me habrían hecho más independiente.

**

Cuando llegamos hasta el pozo, varios de mis compañeros y compañeras ya están en posición y a la espera de recibir órdenes. La sargento vinagre y el teniente impertinente se colocan frente a nosotros.

-Muy bien pelotón, hoy comenzaremos con un entrenamiento sencillo, circuito de relevos, ¿alguien sabe lo que es?

Yo si lo sé, pero igual meto la pata y me gano otro castigo, seguramente que si que contestase bien a la pregunta pero viniendo de ese tipejo me llevaría otro castigo por listilla.

Una chica de pelo rubio y puntas de colores levanta la mano.

El teniente le hace una seña con la mano para que hable.

-Pues es como una especie de carrera, el primero de cada fila lleva un objeto, tiene que acabar un circuito que tendrá una serie de obstáculos y después al volver entregarle el objeto- relevo al que tiene detrás.

-Muy bien Nelson

La rubia/pelo de colores sonríe ampliamente y suspira. Vaya, otra más que parece caer bajo los encantos del teniente. A ver, en cierto modo no la culpo, el teniente tiene una belleza peculiar, cualquiera caería a sus pies, me permito observarlo detenidamente de nuevo. Los pantalones del uniforme se adhieren perfectamente a sus piernas musculadas. La camiseta del mismo marca a la perfección sus pectorales, y hay dios, si es que cuánto más aprieta esa mandíbula afilada más sexy se ve. Pero bueno, está demostrado que su musculatura y belleza están a la par que su mal genio y escasa empatía, así que todo tuyo rubia.

-Para ir al lugar donde esta el circuito iremos en marcha, un pequeño trote nos vendrá bien para calentar, venga, adelante.

No me lo puedo creer, ¿otra vez corriendo?

Empezamos a correr y yo suelto unos pequeños resoplidos.

La pelirroja se coloca a mi lado y trota conmigo a la vez.

-Soy Mia por cierto- dice a modo de presentación, la miro y sonrío- no nos hemos presentado, pero con todo esto de los castigos, resultó imposible, te los llevas todos.

Campamento Base #Wattys2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora