Let It Loose

Four.

Danielle's POV:

Aparté la mirada rápidamente volviendo a abrir la taquilla para dejar los libros de griego y latín, y coger los de la siguiente hora: literatura universal, e historia.
Intenté concentrarme en lo emocionada que estaba en dar literatura universal, para olvidarme de que Ashton caminaba decidido hacia mí.

—¿Danielle? —oí su voz a mi lado, detrás de la puerta de la taquilla. Mi nombre me sonaba raro dicho por él.

Cerré la taquilla lentamente, y me giré hacia él con seriedad, manteniendo la compostura. Ya había quedado en ridículo con él antes, no iba a volver a pasar.
Maldije lentamente a Khloe, ya que podía incluso sentir su nerviosismo a mi espalda. Y, conociéndola como la conocía, supe que se estaba comiendo a Ashton inconscientemente con la mirada. Como yo había hecho, pero peor.

—Dime —dije lo más claro que pude, ya que temía que no me saliera la voz. Él delante de mí, de esa manera, imponía tantísimo.

Vi cómo hacía un movimiento con el brazo, para mover su mochila hacia delante, y la abría. Acto seguido, le vi sacar mi agenda azul celeste y blanca, y me la tendió.
La agenda parecía el doble de pequeña en sus manos.

—Oh —dije sorprendida, con las prisas había olvidado la agenda, genial—, gracias, Ashton.

—De nada —dijo haciendo un gesto con su boca, que creo que pretendía ser una sonrisa. No apartó su mirada penetrante de mí, excepto un momento en el que sus ojos fueron de mí a Khloe, para luego volver a mí en un segundo—. Te veo en clase.

Asentí perpleja con la agenda en mi mano derecha, y me di cuenta de que la estaba apretando demasiado fuerte.
Miré a Ashton marcharse de nuevo hacia sus amigos, y seguidamente, miré a éstos, esperando a Ashton.
Eran un grupo de chicos... imponentes. Su altura y anchura -esto no quiere decir que estuvieran gordos, para nada era eso-, su forma de vestir, y de mirar... Su simple presencia.
Una vez que Ashton llegó a estos, los cuatros me miraron durante un momento, momento que yo aproveché para girarme hacia Khloe, dándoles la espalda.

—Estás colorada —dijo Khloe sonriendo.

—¿Cómo quieres que esté? —dije suspirando antes de guardar la agenda en la mochila. Miré la hora en el móvil.

—El descanso de 10 minutos está a punto de acabar, mejor voy a buscar a Natalie —dijo Khloe—.

—Vale —dije sonriendo levemente a mi amiga, a lo que asintió, y comenzó a andar en la dirección por la que había venido.

—Pero eh, no creas que en el recreo te vas a librar de un interrogatorio sobre lo que acaba de pasar —dijo Khloe después de darse media vuelta.

—Cómo iba a olvidarme —dije irónica mientras sonreía, a lo que ella me guiñó el ojo, y siguió caminando.

Apoyé la espalda en la taquilla, e hice la cabeza hacia detrás hasta que chocó suavemente contra la taquilla. Suspiré hondo.
No tenía ni idea de cómo iba a soportar a Ashton y otro de sus amigos todo el curso, en la misma clase, sin ninguna de mis amigas a mi lado.

***

Llevaba un cuarto de hora lamentando mi mala suerte. Casualmente, Ashton también había elegido como una de las optativas, literatura universal. Y su amigo, Michael, también.
Ambos estaban sentados justo delante de mí, lo cuál me extrañaba, ya que yo estaba en tercera fila. Me imaginaba que serían de los típicos que se sientan en la última fila, y se dedican a molestar o dormir durante las clases.
Increíblemente, en todo el tiempo en el que el profesor explicaba lo más importante sobre la obra de Romeo y Julieta, de Shakespeare, no habían abierto la boca.