Three.

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Danielle's POV:

Mi mente se debatía horriblemente entre girar la cabeza y ver quién estaba en la puerta, o ignorar por completo aquella presencia.

—¿Quién es usted? —preguntó el profesor, que se encontraba frente a mí, mirando hacia la puerta.

Finalmente, al oír un suspiro del chico de la puerta, me giré ligeramente nerviosa por quién pudiera encontrarme, y vi a un chico que me hizo soltar un suspiro de alivio enorme.
Era un chico rubio y de ojos castaños, bastante mono, que estaba colorado, como cuando corres mucho tiempo o con una gran intensidad.

—Soy Ryan Smith —le oí decir con un tono de voz fatigado, posiblemente de correr—.

—¿Por qué llega tarde, señor Smith? —dijo el profesor antes de mirar en su lista de alumnos— No figura en mi lista.

—Ya, es que ocurrió algo con mi matrícula, y bueno. La directora debería estar al caer —explicó el chico con nerviosismo.

Justo en ese momento, la directora apareció junto con el conserje, el cuál cargaba un pupitre en sus brazos.
Entró al aula, y dejó con cuidado la mesa y la silla junto a la última mesa de la segunda fila de mesas, donde una alumna estaba sentada.
Fruncí el ceño analizando la situación, y sin entender nada.
Observé cómo el conserje salía de la clase silenciosamente, y se marchaba por el pasillo sin mediar palabra. Y justo después, como la directora le decía al chico nuevo que tomase asiento.

Vi que Ryan vaciló a la hora de elegir dónde sentarse, pero al mirar al sitio vacío a mi lado y ver que mi mochila estaba colocada sobre la mesa, se decidió por tomar asiento en la mesa recién instalada.
Volví a mirar hacia la puerta justo a tiempo para poder ver cómo el profesor salía de clase para, aparentemente, hablar con la directora, y cerraba la puerta tras hacerlo.
Saqué mi móvil del bolsillo de mis vaqueros, y tras mirar la hora, hice una mueca de fastidio mirando el libro de latín, ya que realmente me apetecía dar esta asignatura, y quedando un cuarto de hora para el final de la clase, estaba claro que ya no íbamos a dar nada.

Suspiré echando la cabeza hacia atrás, y miré la clase que nos tocaba ahora. Griego. Esa clase se daba en esta misma aula, lo que quería decir que no nos tendríamos que mover a otro sitio, gracias al cielo. No me apetecía andar por todo el instituto más de lo necesario, estando tan cansada como lo estaba, y siendo tan vaga como lo era.

***

Pasó lo que yo dije que iba a ocurrir. El profesor entró de nuevo a la clase, una vez finalizada la charla con la directora, cuando quedaban cinco minutos para que sonase el timbre que daba por finalizada la clase.
Cuando entró, llamó a Ryan y comenzó a pedirle algunos datos esenciales, para que pudiera apuntarle como alumno en su lista de clase, y cuando acabó con ello, tocó el timbre.

—Puesto que la siguiente hora estamos juntos también, si queréis podéis salir un momento para ir al baño, o lo que sea. Pero no tardéis.

Al oír al profesor decir esto, sin dudarlo un segundo, me levanté de mi asiento tranquilamente. No tenía la necesidad de ir al baño, pero me estaba entrando sueño de estar tanto tiempo sin hacer nada, y si caminaba un poco, por poco que fuese, me espabilaría lo suficiente como para aguantar totalmente despierta la siguiente clase.
Caminé hacia la puerta rascándome los ojos, y cuando iba a salir, me choqué de frente contra algo. La cosa más normal del mundo, ya que iba sin mirar al frente.

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