Two.

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Danielle's POV:

*Mensajes*

Mark Fields: "Buenas días, bebé"

Yo: "Buenos días, cielo"

Mark Fields: "¿Te veo hoy a la salida del instituto, cuando acabes las clases? xx"

Yo: "Sí xx"

Mark Fields: "Luego te veo, preciosa"

Sonreí inconscientemente al leer ese mensaje, y tras contestarle un simple corazón, bloqueé el móvil y continué peinándome el pelo mojado, ya que acababa de salir de la ducha.
Mirándome al espejo, me puse a pensar, y seguía sin entender cómo yo podía estar con alguien como Mark.
Quiero decir, Mark era uno de los chicos más atractivos y populares del institutos, con miles de chicas guapas detrás de él. Además, tenía dinero, y estaba en el equipo de fútbol del instituto, uno de los mejores de todo Seattle.
No era un chico de ojos azules, y pelo rubio. Mark tenía los ojos marrones y el pelo castaño, pero sus rasgos faciales, y su físico le hacían exageradamente guapo. Sobre todo, cuando sonreía. Su sonrisa podía animarte la mañana sin lugar a dudas.
A parte, era una buenísima persona, y aunque esto no sea del todo importante, también tenía una buena situación económica.
Y yo, sin saber ni cómo lo había hecho, llevaba disfrutando de él durante un año.

Mientras pensaba en todo esto, ya me había peinado y secado el pelo, y me había vestido. No había elegido nada del otro mundo, un crop-top holgado de color gris, unos vaqueros claros, pitillos y tobilleros, y unas vans blancas.
Miré la hora en el móvil, y al ver que todavía me quedaban tres cuartos de hora, ya que hoy me había levantado antes inconscientemente, me miré en el espejo durante unos segundos.
Y de repente, me apeteció maquillarme.
Tampoco iba a pasarme, tan sólo me iba a echar la base simple, rímel y el eyeliner. Nada de base compleja y pintalabios.

Una vez que ya estaba lista, salí del baño, encontrándome a mi hermano mirándome con cara de pocos amigos, seguramente por haber tardado tanto en el baño.

—Venga ya, si aún tienes media hora para ducharte —le repliqué rodando los ojos tras haber mirado la hora en mi móvil.

—¿Y cuándo desayuno, lista? —me contestó mientras entraba al baño.

—Te he oído desayunando con mamá, no me vengas con eso —dije sonriendo divertida. Lo único que recibí como respuesta fue un portazo en la cara.

Respiré hondo para no gritarle a través de la puerta todo lo que pensaba de él y su estúpido portazo, y tras coger mi mochila gris de mi habitación, bajé a la cocina dispuesta a desayunar.

—Buenos días, cielo —dijo mi madre sonriendo cuando entré a la cocina.

—Buenos días, mamá —respondí justo antes de abrazarla y darle un beso en la mejilla.

—¿Y eso? —sonrió mirándome cuando separamos el abrazo.

—¿Qué? Siempre es un buen día para abrazar a tu madre y darle un beso —dije sonriendo mientras me acercaba a la mesa de la cocina y cogía una manzana de un bol de fruta—. Y debería hacerlo más a menudo.

—Ay, Danielle, eres un encanto —dijo mi madre sonriendo mientras me miraba.

Le guiñé el ojo mientras mordía la manzana, y ella sonrió antes de darse la vuelta y comenzar a fregar los platos que ella y mi hermano habían gastado.
Iba a ayudarla, pero en ese momento, me llegó un mensaje de Khloe que decía que estuviera lista, que ella y Natalie estaban a la vuelta de la esquina.

Let It LooseWhere stories live. Discover now