Capitulo 17 : Reencuentro

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Traté de no perder el control, esto no podía ser cierto, no había forma de que esto este sucediendo. Cerré los ojos por un momento y volví a respirar con normalidad, tomé aire y cerré la ventana. Luego tomé el papel y lo abrí.

Justo antes de terminar de desarmarlo, siento que la puerta se abre de un golpe.

Era jorge.

-Ashley, no me dejas dormir con los ruidos que haces, ve a dormir, mañana tienes clase temprano. -dijo algo enfurecido.

Me sobresalté un poco, pero su presencia me hizo sentir un poco más segura y tranquila.

-Lo siento, buenas noches -respondí.

Apagué la luz y encendí mi pequeña lampara que iluminaba lo suficiente como para leer la carta. Me puse mi pijama y me metí a la cama.

Entonces abrí la carta y para mi sorpresa, estaba vacía.

No había ni siquiera una mancha de tinta, solo era una hoja de papel a la que habían convertido en un avión.

No tenía idea si alegrarme o qué. Necesitaba respuestas.

***

La alarma sonó, el reloj marcaba 7:00.

Me costaba abrir los ojos, pesaban y ardían. Me sentía como si me hubiese atropellado un camión la noche anterior. Todo mi cuerpo dolía y me costaba levantarme.

Me senté en la cama, no dormí casi nada. Toda la noche me la pase pensando y pensando.

Llegué a la universidad temprano esta vez, tuve una clase de Biología y luego me salteé las demás para ver a Clint.

-Ashley! -sentí una voz conocida e irritable detrás de mi.

Me di vuelta, y esta vez dejé que me dijera lo que quisiera, aunque no estaba de buen humor.

-Hace tiempo no dejas que te hablé... -Dice Joe.

-Lo sé, gracias por respetarlo- respondí

Él había actuado bien en estos meses, cuando le pedí varías veces que no me hablara, que me diera mi espacio, él lo acepto y no volvió a hacerlo. Valoraba que no me insistiera.

-No me agradezcas -Se alejò unos centímetros -Bueno, adiós -se volteò

-Ey. No te vayas. -dije en voz baja

Él volvió a mirar hacía mi lado, me miró a los ojos, vi que estaba a punto de llorar, sus ojos estaban cristalizados, su rostro era tan diferente.

Siempre se veía tan alegre, siempre sonriendo, con sus gestos de chico presumido, que tiene todo lo que quiere y esta vez era distinto.

No dije nada, él solo bajó la mirada y se fué.

Odio cuando quiero decir algo y las palabras simplemente no salen, o al menos siento que es mejor no decir nada.

Tenia un horrible presentimiento hoy, no me sentía para nada bien, solo quería un abrazo, no lo se, algo de contención. Me sentía tan sola.

Y es terrible, porque ayer me sentía en paz, feliz y hoy ya todo se derrumbó.

Necesitaba que alguien me escuchara, me consolara. Solo necesitaba soltar todo lo que llevaba dentro.

Maldita sea, ni siquiera se que es eso que llevo dentro.

¿Que me pasa?

CafeStation se ubicaba a unas pocas cuadras del campus y solo faltaban diez minutos para las diez, así que fui hasta allí.

Atte. Anónimo ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora